Capitulo 9

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-Regresa a casa conmigo. - dijo Chris
- Chris tomemos las cosas con calma, vamos despacio, y vivamos este momento.
- Está bien, lo haremos como tú desees. Solo no vuelvas a irte de mi lado - dijo Chris

Había pasado un mes desde que Chris y yo acordamos ir despacio. Seguí quedándome en casa de Deisy. Pero casi todas las noches dormía en casa de Chris. Durante ese mes Chris y yo compartíamos hermosos momentos llenos de citas, besos y abrazos. Aunque los dos habíamos acordado tomarnos las cosas con calma, cada vez era más difícil estar lejos uno del otro y era más que evidente que ambos necesitábamos estar juntos. Sin embargo ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso. Se acercaba el viaje de Chris a España para comenzar las filmaciones de su película, serían 3 o 4 meses que no estaría junto a él, unos meses que se volverían una eternidad para los dos. Chris deseaba que lo acompañará a España mientras filmaba la película pero yo no deseaba ser una distracción para él.
Una tarde mientras estaba de compras con Deisy.

- Entonces cuándo piensas dar el gran paso? - dijo Deisy
- De qué hablas Deisy?
- No te hagas, tu sabes de qué estoy hablando.
- Deisy por favor.
- Por favor que Ángela? Que tiene de malo? Llevas un mes saliendo con Chris, duermes casi todas las noches en su casa y aún no lo han hecho? No me vas a negar que no te mueres por estar con él?

La miré.

-Si, pero...
- Pero nada... ya están lo suficientemente grandecitos para tener una vida sexual responsable.

Deisy y yo reímos, luego de un rato salió el tema del viaje a España.

- Entonces vas a ir a España con Chris?
- Aún no lo sé, es que no quiero ser una distracción para él.
- Distracción porque? Él sería feliz contigo allá. Además se lo merecen. Podría ser como una luna de miel - dijo Deisy
- Deisy, Chris va a trabajar no de paseo.
- Y? También tendra tiempo libre o no? Yo que tú no lo pensaria tanto, como tampoco el tener sexo salvaje con ese hombre.

Horas más tarde me encontraba en casa de Chris preparando la cena, cuando recibí una llamada.

- Hola cielo
- Hola nena, dónde estas?
- En casa, esperándote, te demoras en llegar?
- No nena, ya estoy terminando y estaré en casa en unas dos horas.
- Ok cielo aquí te espero. Te amo
- Y yo a tí

Chris nunca me decía 'te amo' porque para el era una especie de palabra tabú que cuando lo decía todas sus relaciones terminaban mal y no deseaba que pasara eso con la muestra, y yo respetaba su decisión aunque no la entendiera.
Tres horas después, Chris llegó a casa con un ramo de flores en las manos cosa que casi nunca hacia pues para él eso era poco romántico. Traía una sonrisa brillante en los labios. Yo lo recibí con un beso

- Y a que se debe esa sonrisa señor Evans?
- A nada en especial, solo estoy feliz de verte
- No te creo
- Seguro, verte acá en casa cada vez que llegó me encanta.

Nos besamos, le recibí el ramo de flores lo coloque en un florero con agua, Chris sirvio dos copas de vino, mientras yo servía la cena. Durante la cena no podía dejar de mirarlo, la forma en la que los musculosos de su cuerpo se veían en ese apretado suéter color vino. Sus labios, sus ojos, sus manos, esas manos que innumerables veces me he imaginado recorriendo mi cuerpo, Dios! necesitaba estar con él. Después de la cena estaba en la cocina organizando los platos, mientras que Chris sirvia dos tragos y colocaba algo de música. Se dirigió a la cocina me ofreció una copa, luego se paró de trás de mí, hizo mi cabello a un lado, beso mi cuello y me susurro al oído:

- Deja eso, ven...

Besando mi cuello podía sentír como los escalofríos recorrian mi cuerpo, los latidos de mi corazón eran cada vez más rápidos, Chris me acariciaba, podía sentir sus labios en mi cuello, su mano aprisionaba mi cuerpo contra el suyo. Chris me coloco frente a él y me beso. Ese beso subió mi temperatura, ardía en deseos, quería más. Era un juego sutil. Me tomó por la cintura y me sentó sobre la barra de la cocina, Chris aparta el pelo de mi cara y busca mi barbilla con sus manos. Me besa una y
otra vez, besaba mi cuello, mientras sus manos acariciaban mis pechos, bajando por mi vientre hasta llegar a mis muslos, el deseo invadía nuestros cuerpos. Extiendo la palma de mis manos sobre su pecho, mientras le devuelvo sus besos. Llevo mis manos hasta la base de sus vaqueros y saco lentamente su suéter, me mira.

Chris Evans El Hombre De Mis SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora