Vestida de blanco la vida va,
la ví llegar, la ví marcharse, la ví teñirse de negro.Cuando no tienes idea de lo que puedes llegar a perder, subestimas lo que puedes llegar a hacer, quizás es ser tonto, quizás es no querer aceptar que eres otro fallo más en el universo, que no haría que la Tierra dejara de rotar sobre su eje solo porque de un día a otro no está.
Quizá deberías empezar por aprender a aceptar que no tienes idea de quién eres, y no está mal, deberías hacer ese tipo de ejercicios mentales todos los días, y empezar a perderte más seguido, para que cuando te encuentres no sea demasiado tarde y no tengas más opciones que tratar de rebobinar tontamente y eches todo a perder.
Yo era un gran amigo de la vida. Ella era tan hermosa, tan blanca, pero la ví mancharse con el tiempo. Decidí ayudarla, traté de no meterme en líos, no mancharla más, buscar un buen futuro para mantenerla a salvo por mucho tiempo. Juro que traté, traté lo más que pude, o no, pero caí otra vez.
Dejé de juntarme con esos vida manchada, para dejar de manchar a mi amiga, que cada vez con más rencor, se alejaba más de mí cada día. Soy un inútil, me manché a mí y manché a mi amiga, la única que me seguía, aunque se manchara su túnica de seda. Soy una mala persona, y no porque cometiera un delito en contra de nadie más que de mi mismo, me manché a mi y manché a mi amiga.
Se manchó tanto mi amiga, que ya ni la reconocía, estaba negra y sucia, y me hacía sentir un poco más triste a cada segundo que pasaba. Se fué separando de mí, y cuando ya no quedó mucho, me escondí con ella en mi casa, pidiendole que no se fuera, pidiendole que volviera...
Ahora estoy aquí, esperando a que se quede, que me elija y no mi muerte.
Es que soy un tonto
¿cómo pude siquiera dejar de quererla?
Uno no aprecia lo que tiene, aunque se le muestre que es lo que le conviene, me manché a mí y manché a mi amiga...Y la vida me quiso, y yo la quise, pero la muerte me quiso más, sus brazos sujetaron más fuerte, me llevó en su ruina, y supo como hacerlo.
Ojalá hubiese sabido que no se volvía atrás, porque saber que la perdería si lo supe, pero no me importó saber lo que creí que pasaría. Vestida de blanco la vida va, la ví llegar, la ví marcharse, la ví teñirse de negro.