Después del primer beso [Thorki]

Capítulo XII

Loki mordió con insistencia su labio inferior hasta el punto de hacerlo sangrar un poquito mientras miraba las agujas del reloj de pared correr demasiado lentas. Estaba... Nervioso, podría decirse así. Hace exactamente tres noches atrás Thor le había comentado sobre una nueva propuesta de trabajo que involucraba exponer a la familia de Balder por los supuestos delitos de los que eran acusados y llevarlos tras las rejas los años que la corte decidiera necesario para pagar la condena. Decir que aquello no le sorprendió y no le dejó con un extraño nudo en el estómago, sería una mentira. Si bien era consciente que los Engelhardt tenían un historial completamente limpio, jamás pensó que los temas en los que estaban involucrados fueran tan oscuros.

Fue una noticia difícil de asimilar. Una que le dejó con una sensación negativa, pero que se obligó a olvidar debido a que su rubio parecía no querer entrometerse en tal caso. Y no era una falta de habilidad o capacidad. Thor solo no quería que aquella investigación tuviera repercusiones negativas para él.

Aquella confesión le conmovió de inmediato y guido por dicho sentimiento animó al rubio a tomar el caso porque creía en él, porque confía en su desempeño profesional, porque si ganaba sería quién traería un poquito de justicia a aquel país en donde la élite lamentablemente parecía ser inmune ante las leyes escritas en la constitución.

Y sí. En su momento ese discurso sonaba bonito y correcto, sin embargo, ahora se arrepentía.

Anoche mientras su novio dormía a su lado plácidamente, manteniéndolo abrazado a su cuerpo desnudo, un sinfín de ideas fatalistas comenzaron a pasar por su mente tras un constante análisis de todo ese embrollo que en cosa de días se había armado y cobrado un papel importante en la vida de Thor.

¿Qué pasaría si fallaba? ¿Si la influencia de la familia era tan grande y Thor perdía el caso? ¿Y si aquella oferta laboral terminaba siendo la perdición para toda su carrera? Todo el esfuerzo que el mayor había invertido en los últimos años se iría por la borda. ¿Y si Balder o sus padres tomaban represarías contra Thor? ¿Y si mandaban a alguien para hacerle daño?

No era que la relación padres e hijo fuera muy cercana, Loki lo sabía de primera persona, pero los Engelhardt jamás permitirían que uno de sus integrantes quedase manchados frente al ojo público y por lo mismo jamás se vio en los diarios el desliz incestuoso que Balder tuvo y mantuvo con su prima un par de meses más antes de irse a Estados Unidos.

Para ser una familia tan cagada eran bastante... cuidadosos, sí.

Loki sabía que todas esas inseguridades no podían ser mencionadas al de mirada turquesa. De ser así, es posible que su mala vibra se contagie y sus temores se vuelvan realidad en cosa de días. O que lo tachara de exagera o paranoico, tal vez hasta de indeciso después de haberle demostrado su apoyo días antes. Pero entonces ¿Qué?

Lo hará bien, confía en él. Tiene años de experiencia tratando con diferentes casos.

Sí, pero jamás con una familia tan loca como la de Balder.

Jo-der.

Bien dicen que la mente puede resultar tu propio enemigo en algunas ocasiones.

Sacó un termo delgado con café casero porque extrañamente no se le apetecía ir a la cafetería por uno más elaborado. Con cuidado se sirvió un poco y lo bebió despacio para relajarse y centrarse de una vez por todas en el trabajo que le habían asignado esa mañana. Dos de sus citas habían sido canceladas y su jefa de turno no encontró nada mejor que entregarle una carpeta con distintos datos para que ingresara al sistema de la clínica. Trabajo que le correspondía a las secretarias, pero que a su jefa le importó diez hectáreas de verga.