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La siguiente semana, fue parecida a la anterior, solo que me quedaba media hora después del trabajo, para darme besos con el Sr. Kim. Sé que esta mal, pero aun así me encanta. Sus besos me encanta, él me encanta, que lo hagamos en su oficina, sin que nadie nos vea, me encanta.

Era como disfrutar de algo prohibido.

Estaba organizando unos papeles, que la señorita Lisa me pidió. Ella, el Sr. Namjoon y el Sr. Kim estaban reunidos con el maldito que me había tocado el culo. Como me dijo el Sr. Kim, me mantuve alejado. Es un maldito cochino idiota. Organice los papeles por carpetas, era de casos ganados.

Escuche pasos, seguramente el cochino se estaba retirando, junto con sus hombres. Como ya había terminado, me retire a mi escritorio, espere a que pasaran, para poder evitar al cocino, los hombres pasaron, el cochino venía caminando con el Sr. Kim y el Sr. Namjoon, me detuve, retrocedí unos pasos y espere a que ellos pasaran.

Fingí que estaba leyendo el papel que había quedado en mi mano, pero de pronto siento un golpe en mi cadera. Levanto mi vista, y es la mano del maldito cochino la que me toco. Fruncí el seño, iba a acercarme a él para golpearlo, pero el señor Kim apareció, me tomo de la cintura y me subió a su hombro. Como si fuera un saco de papas.

Me sorprendí, pero no dije nada. Tape mi boca, para que ningún sonido de mi boca. Por suerte el Sr. Namjoon estaba de espaldas, llevando al maldito cochino hacia el ascensor. Entramos a la sala de reuniones, que era la más cercana. Al cerrar la puerta, el señor Kim me dio un golpe con la mano abierta en el culo. Grite u me removí.

Camino hasta la mesa, donde me sentó y me miro serio. -Quédate quieto, y callado.- dijo.

-¿¡Porque hizo eso!?- grite. Estaba sonrojado y con mi respiración acelerada.

-ibas a golpear a un cliente importante. -dijo acercando su rostro al mío.

-Ese maldito me toco. -dije frunciendo el ceño.

-Eso ya no importa, en poco tiempo será su juicio. Olvídalo de una vez. -dijo el

Sr. Kim.

Acerque mi rostro al suyo, dejando mis labios a centímetros de los suyos.- No podría, sus manos no son las suyas. -dije en voz baja.

El señor Kim alzó una ceja.- Guárdatelo para después, mocoso. Ahora solo dedícate a hacer tu trabajo.- dijo dándome un corto beso. Lo tome de la camisa y lo atraje más a mi, para besarlo. El beso era hambriento, uno necesitado. Las manos del Sr. Kim se paseaban por mis piernas, tocando donde anteriormente golpeo ese cochino. Tomo mi culo y lo apretó con fuerza, luego me soltó.

Acomodo su camisa y comenzó a caminar hacía la puerta. Baje rápidamente de la mesa y me acomode la ropa, camine detrás de él, y actúe como si nada pasara. Me fui a mi escritorio, Seokjin llego, dejando otra carpeta sobre mi escritorio. Me dijo que cuando terminara, le llevara la carpeta a Yoongi. Asentí y seguí con mi trabajo.

Al medio día, todos salieron a comer. Yo me quede, ya que todavía iba a la mitad de la carpeta, y quería irme temprano, para estar con Erick. Fui hasta la cocina, por un vaso de agua, estaba sediento. Lo bebí y volví a mi escritorio, estaba por sentarme pero al mirar el asiento, vi una rosa roja.

Mire alrededor, no había nadie. La tome y su perfume llego hasta mi nariz, comencé a caminar por el pasillo. Recorrí todo, oficina, ya que supuestamente no había nadie. Revise la oficina del Sr. Namjoon, la de Yoongi y la de la señorita Lisa. No había nadie. El escritorio de Seokjin, la cocina, todo. La última opción era la oficina del señor Kim, pero sabía que él había salido a comer. Lo pensé un poco, pero me anime y fui hasta ahí.

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⏰ Última actualización: Oct 15, 2021 ⏰

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Lo amo Sr. KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora