하나

7 0 0
                                    


Estaba llegando tarde al trabajo. Mi jefe iba a matarme. Erick, mi hijo, no quería quedarse en la escuela, tuve que esperar a que se distrajera para poder irme. A ser hijo único, y ser solo nosotros dos, le costaba dejarme, a veces. Su padre desapareció cuando quede embarazado, por lo que supe se fue del país, y ahora tiene una esposa. Que se joda ese idiota.

Sabía que soy doncel, que puede embarazarme, y aun así el muy maldito no uso condón. Agradezco cada día que Erick sea una copia mía de niño. Que tenga mis ojos, mi cabello, hasta mi tono de piel. En lo único que tal vez no se parece a mi, es en lo posesivo. No quiere a ningún hombre cerca de mi.

Herencia de su padre, no puedo contra eso. Con tan solo seis años, ha peleado y discutido con más hombres, que yo en mis veinte años. Hoseok, mi hermano mayor, me ha ayudado a criarlo. Mi padre al enterarse que estaba embarazado, me dijo que abortara. Terminamos discutiendo y me fui de casa, con catorce años y un bebe en camino,

Mi madre viene los fines de semana, siempre le trae algún libro a Erick.

Erick ama a su abuela y a su tío, también a mi mejor amigo, Jungkook. Es quien le enseño a leer, antes de empezar la escuela. Jungkook lo cuida cuando me quedo horas extras, y Hoseok no puede cuidarlo. Es un buen amigo.

Llegue al edificio en el que trabajo, entre rápidamente al ascensor y espere, hasta llegar al piso quince, trabajo como secretaria, para un estudio de abogados. Si, secretaria, piensan que soy mujer. Nunca lo desmentí, tampoco me importaban y no veía ningún problema que lo piensen. Me sentía más tranquilo así, siempre me trataban bien, o era porque pensaban que era mujer. Vestía siempre con ropa de mujer, mi cuerpo delgado y con buenas curvas, nadie sospechaba nada, aunque mi cabello es corto.

Según las chicas con las que trabajo, mis hijos llamaban más su atención, porque tengo heterocroma, un ojo de cada color. Uno verde esmeralda y otro dorado. Realmente no le veía gran cosa, es un defecto de nacimiento, como lo de poder embarazarme.

El señor Namjoon es muy amable, él está casado con Seokjin, su otra secretaria. Seokjin sabe que soy hombre, así que no desconfía de mí. También está la señorita Lisa, ella es la que más me ayudo al comenzar a trabajar aquí. Indicándome y ayudándome a ubicarme en el edificio, también sabe que soy hombre, ella entiende mi problema y por eso prometió no decírselo a nadie. El señor Yoongi, esposo de la señorita Lisa, es el más observador de todos. Sabe cuando un caso es sencillo, y representa a gente que realmente lo necesita.

Por último, está el señor Kim. Mi amor platónico. El hombre que nunca conseguiré, mi imposible. El hombre que revuelve mi interior.

Recuerdo apenas, que en una fiesta nos besamos. Yo estaba pasado de copas, y creo que el Señor Kim también. Entramos a empujones a su oficina, caminamos a tropezones hacia su escritorio y nos besamos, como si nuestra vida dependiera de ello.

Recuerdo sus manos en mi espalda, bajando hacia mi culo. Mis manos se quedaron en su cabello negro. En medio del beso, accidentalmente le dije: -Lo amo, Señor Kim.

Al darme cuenta de lo que dije, me separe rápidamente y salí huyendo.

El lunes a la mañana, ninguno dijo nada. Yo hice como si nada hubiera pasado, aunque haya tenido sueños eróticos con él y sus manos. El Señor Kim me trato como siempre, es como si nunca hubiera pasado.

Kim Taehyung es el abogado más solicitado. Nunca ha perdido un caso en toda su carrera, también es el más caro, no cualquiera puede pagar sus servicios. Apenas podía hablar frente a él, es tan imponente que me pone nervios. Sus ojos azules son los que hacen que mis piernas tiemblen, y se vuelva de gelatina.

Lo amo Sr. KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora