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—vámonos.

—¿hm?— jungeun se levantó de la cama, espabilándose. —¿a dónde?

—al patio. tendrás recreo.— le sonrió.

eso fue suficiente para que jungeun saliera disparada por la puerta con jinsol persiguiéndola por todo el hospital.

—¿y qué hacemos?

—podemos caminar, si quieres.

—¿y para qué caminaríamos? ya estamos caminando.— dijo con duda y jinsol rió.

—es distinto. ven.— tomó su mano. —demos un paseo.

la llevó hasta el patio de aquel hospital que se encontraba frente a la costa, la vista era preciosa.

—¿y qué se hace en un paseo?

—bueno.— pensó. —caminas y.. hablas.

—hm.— miró hacia la pelinegra. —¿y de qué hablas?

—de lo que quieras. ¿de qué quieres hablar?

—me aburro.— susurró.

—¿qué dijiste?

—me aburro.— dijo aún más bajo y jinsol se acercó.

—jungeun, no escucho lo que..

la castaña empezó a reír ruidosamente. kahei la volteó a ver enseguida.

—¡me aburro!— alzó la voz mientras se reía. —¡me aburro, me aburro, me aburro!— poco a poco su risa fue desapareciendo y simplemente quedaba su alto tono de voz.

—¡jungeun!— kahei la llamó mientras se acercaba, pero temía no llegar a tiempo.

tenía razón, no llegó a tiempo.

—jinsol unnie.— la llamó. —te ves cansada. deberías dormir.

—no entiend-

no pudo terminar la oración.

—¡jungeun!— kahei dijo escandalizada. —¿qué hiciste?

—le ayudé a dormir, tía.— sonrió ampliamente. —¿me he portado bien?

cold walls ; lipsoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora