30/01/15

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  • Dedicado a Pablo Figueroa
                                    

Mi amor:

Se me escapa el alma por cada poro de mi piel, esperando que esta realidad que hoy vivo no sea cierta. Que tu partida sólo sea una pesadilla, sólo un mal sueño que pronto debe acabar. Pero no... Te fuiste para siempre.

Dios sabe todas las lágrimas que he derramado desde tu partida hasta el día de hoy, Dios sabe todo lo que te amo, mi ángel, mi duelo, mi amor... Ay, ángel mío. me niego a olvidar todo lo que vivirmos, me niego a olvidar ese mágico momento dónde nos vimos por primera vez, cómo arrojaste lejos tus maletas para alzarme por los aires, cómo me abrazaste cómo si no fuese un mañana... Cómo me preguntaste si me podías besar...

Recuerdo cómo fue la primera vez que me entregué a vos, cómo nos cobijamos en el bosque para poder amarnos con libertad. Tus labios calientes y húmedos, tu hermosa voz, tus ojos tan negros cómo la noche sin luna ni estrellas. Y me cuesta creer que tu presencia ya no está a mi lado, que tus ojos ya no buscarán los míos para que me vea reflejada en ellos.

Entiendo que todo cambió, entiendo que las peleas han degastado la relación y entiendo que quieras estar sólo... Pero también me gustaria saber que hice mal para merecer tu desprecio y maltrato.

Cómo decía Pappo, no hay nada cómo ir juntos a la par, sentir tus dedos enlazados en los míos, tu perfume dando vueltas en el aire, embriagándome de amor. Voy a extrañar esos besos fugaces, tus cosquillas molestas y sobretodo, tu sonrisa.

Yo nací para estar con vos, pero seguramente vos naciste para otra persona.

Finalizo esta carta enviándote mis mejores deseos y le rogándole a Dios que todos tus sueños se cumplan.

Seguramente en algún momento me dejará de doler el alma, pero no pidas que me enamore de otro, porque con vos entendí que preferí mil veces pelear con vos que besar a otro.

Eternamente tuya,

Sol

Cartas a mi Ex NovioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora