11.

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Levanto mi ceja y lo miró sin entender.

—¿Me estas diciendo que el ajo te puede matar?

Eso sería una muy buena solución, lo único que tendría que hacer el destapar la botella y tirarla por la cabeza.

El toma un mechón de mi pelo y lo huele.

Mi corazón salta y mis mejillas se sienten tan calientes.

—Mi pequeña oveja, no puedes matarme con ajo.

—Pero tu dijiste qu..

El no me deja terminar la oración.

—Cariño no me mata solo me resulta repugnante.

El se hacerca a mi rostro.

—Hueles tan bien,sería un pecado no probarlo.

Dice mientra humedece sus labios.

Mi corazón salta y al instante el escalofrío me recorre.

—Un pecado más un pecado menos no hace la diferencia.

El se separa de mí.

Mi cuerpo se relaja, pero mi corazón no para de latir.

—Mi pequeña oveja tranquiliza ese corazoncito tuyo, no quiero que de te un paro cardíaco.

Dice con una sonrisa divertida.

—Entonces aléjate de mi.

Dijo mientras me aparto de él lo más posible.

—Eso no es posible, ya te lo he dicho me quedaré contigo, como la sangre en tu cuerpo, así que acostúmbrate.

El se da la vuelta y me da una última mirada, para después marcharse.

¿Porque me está pasando esto?





El amor de un vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora