John Connor enredaba el cable color rosa del teléfono fijo de su casa con su pequeño dedo índice que parecía como si perteneciera a una delicada y hermosa muñeca de porcelana de la época victoriana; estaba un tanto nervioso y no sabía si lo que iba a hacer iba a funcionar, pero supuso que valdría la pena al menos intentar.
Sarah se encontraba en el sofá viendo un programa de TV cursi, todo el balbuceo sin sentido de diálogo le entraba por un oído y le salía por el otro. Aún eran las 7 de la mañana y entraba al trabajo a las 9, así que esperaba a que llegara el amigo de su hijo a buscarlo para ir a la escuela; luego de eso se prepararía.
-Hoy necesito que me cubras, voy a ir a ver a un amigo después de la escuela-susurró, para no llamar la atención de su madre-.
-¿Y por qué tanto problema?-preguntó Tim, el mejor amigo del chico que estaba en la línea- ¿Que no le puedes decir a tu má que saldrás con él y ya? No es gran cosa.
El de cabello color miel pensó un rato en T-800 y en cómo se pondría su madre si le contara. Luego suspiró en un tono ingenioso.
-Es que es un amigo que a mamá no le gustaría, es un...
Tim aguardaba en silencio por una respuesta.
Reflexionó, si le dijera que es un robot exterminador del futuro se burlaría de él por loco y le diría que es igual a su madre o le pediría mil veces que se lo prestara para asesinar a los chicos malos que lo molestan. No quería ninguna de las dos.
-...Un adulto-afirmó finalmente-.
El pelirrojo soltó una carcajada, cosa que confundió e hizo enojar un poco al contrario.
-Uuuy-exclamó burlonamente-, ¿por qué no me dijiste que tenías un Sugar Daddy?
-No es mi... ¿QUÉ TE PASA? ¿CÓMO SE TE OCURRE DECIR TAL COSA? ¡ERES UN ENFERMO! ¡COCHINO, PUERCO! ¡ASQUEROSO! ¡YO NUNCA PODRÍA!
La madre escuchó los gritos y sólo rió y sacudió levemente su cabeza en negación, era habitual que se hicieran bromas y dijeran cosas tontas.
Pero... ¿Y si estuviesen hablando de algo que iba a hacer John? La curiosidad y la culpa de no saber en qué estaba metido su querido niño la consumía por dentro. En un impulso de terror agarró el teléfono portátil que estaba sobre la mesa ratona y escuchó la conversación con atención.
-A lo que quiero llegar-carraspeó su garganta con seriedad como un chiste-, ¿me cubres o no? Es algo importante, muy importante, de vida o muerte. De esto depende mi vida y la tuya.
-Lo que sea por mi mejor amigo.
Connor soltó una carcajada, conmovido.
-Te debo una, T.
¿Cubrirlo? Dios mío, ¿en qué?
-No es nada, hermano-le dijo con una sonrisa detrás del teléfono-. Ya voy saliendo de casa, ¡ahí te veo! Y ten la bici lista, ¿eh? No esperaré otra vez a que tengas que sacarla del garage y te demores unas 30 horas. Recuerda que la señorita Bosch nos castigó bien feo la última vez por llegar tarde.
-Ni me lo recuerdes-suplicó, con algo de disgusto-. Bueno, deja la voy a buscar para tenerla a mano cuando llegues, bye.
-John.
Ambos chicos quedaron congelados. ¿Era la voz de Sarah la que oían?
-Ma... ¿má?-preguntó, con miedo a que haya escuchado toda la conversación desde el otro teléfono-.
-¿Cubrirte en qué? ¿Tim? ¿Algo que decir?
-Cubrirlo de... ¡agua! Porque.... hace calor y en la escuela están organizando una guerra de agua y...
-Es enero.
-...
-...¿Calentamiento global?
-John, ven acá inmediatamente.
Ambos cortaron el teléfono a la vez, Tim no lo podía creer. Rió a carcajadas de lo ridícula que fue la situación, pero también le preocupaba su mejor amigo.
John no tuvo otra que escaparse por la ventana de la cocina y correr a casa de Tim lo más rápido que pudo, ellos eran vecinos, así que no sería ni un problema. Después habría tiempo de explicarle todo a mamá.
Llegó, se detuvo torpemente y tocó la puerta en su patrón secreto para que Tim supiese que era él, aunque por los nervios la mano le tiritaba un poco.
Su mejor amigo abrió la puerta enseguida, con bicicleta y mochila en mano.
-¡Te olvidaste de la bici, tonto!
-Llévame en la tuya, ¡no hay tiempo! ¡Me escapé de casa, idiota! ¡Mi madre podría darse cuenta y buscarme por aquí!
El chico de mullet puso su bici en la calle, se subió y miró a John con unos ojos que sugerían mil cosas.
-Hop in, baby.
Éste se sostuvo de la cintura de su amigo y se subió al tapabarros ágilmente.
-¿Y tu mochila?
-Oh, sí-dijo, mirando hacia abajo-. ¿Me prestarías un lápiz y una hoja de papel en clase?
-Claro, pero te costará otra ficha del Arcade.
Partieron con la bicicleta a toda velocidad en dirección a la escuela, lo único que Sarah logró ver al salir a buscar a su hijo fue el rastro de risas que se podían oír a lo lejos. Sus dudas empezaban a cesar, ¿qué tal si no era más que un juego? Podía ser, pero no lo iba a dejar así.
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Boy Lolita
FanfictionJohn Connor es un niño de doce años que tiene a su propio Exterminador; el sueño de todo niño, ¿no? Bueno, no es nada fácil cuando te terminas enamorando de él... ⚠️T2 AU donde John tiene doce años, Sarah vive con John; T-1000 existe pero tiene otra...