Sexta Parte;

1.3K 264 62
                                    

La cabeza me punzaba, ni siquiera era un dolor común, era ese que no te permitía ni moverte sin sentir que explotaría ahí mismo.
Ingenuamente tenía la esperanza de que fuese un sueño.

De que al despertar, nada de esto había sido real.
Que un chico no se había suicidado. Que él estaba bien.

Me servía un plato de cereal, intentando continuar con mi vida, ya no había algo que yo pudiese hacer.

Era demasiado tarde.

――Si tan solo yo... No fuese tan despistada.
Me habría dado cuenta que todos los días al regresar de la escuela, él tomaba el mismo metro que yo, el mismo vagón, con esperanzas de verme ahí.

Que el día que llegó tarde, empujando a las personas, queriendo entrar, ya había tomado la decisión de marcharse y aún así no perdió la oportunidad para ver y hablarme.

Y luego en la noche, todo lo que hablamos, su risa, su interés, ¿Cómo pude significar tanto para una persona al grado de que quiso pasar sus últimos segundos en la tierra conviviendo conmigo?

――Todo por un abrazo. Todo por saber mi nombre.

Si esto no me hubiera pasado a mi, creo que estaría incrédula si alguien me lo contará. Pero me pasó y ahora no puedo dejar de pensar en ello.

――¿Ahora qué hago?
Me di un abrazo a mi misma, sollozando un poco más, hasta que mi corazón se vaciara por completo.

“Lo primero que haré al verlo, será golpearlo por hacerme buscarlo de esta manera.

Y luego lo abrazare muy fuerte”.

Salí al supermercado para hacer mis compras, lleve mi sombrilla conmigo. Había un cartel diciendo que debido al mal clima el Festival que despedía Octubre se suspendería.

Pero que el Templo de oración seguiría abierto.

Hina saco los productos que recién había comprado. Gracias a que la lluvia era horrible, la antena de su Televisión se veía horrenda, no había señal, así que encendió su radio para que esta le tocará esas canciones que no buscaba, pero que necesitaba en el momento.

Realizó sus deberes del hogar, al estar sacando la ropa sucia se dio cuenta que en su bolsillo estaba el retrato de Jimin, ya estaba arrugado, debido a que cuando se enteró no dejó de apretar los puños sin recordar que ella lo tenía en su mano.

Lo acarició con ternura, lo intento restaurar pero prefirió doblarlo y guardarlo en su cajón.

No quería hundirse pero entre más pensaba en él, sentía que todo era injusto.

Incluso su amigo se siente culpable y cree que no fue lo suficiente para él.

Esa noche Hina durmió, dándose ánimos para continuar con su vida, con dudas de si podría lograrlo. Aunque sabía que nada iba a ser igual. ――De verdad quisiera.

Los días pasaron, Hina resolvía sus cuadernillos, alistaba sus cosas para que al volver no tuviese contratiempos.
Miraba películas por su laptop.

Preparaba su comida, salía a pasear.

Sin darse cuenta que lentamente, el recuerdo que tenía de Jimin se desvanecía.
Con migrañas y la pequeña amnesia.

Desde olvidar que visitó el Bar, hasta estar segura de que la noche la pasó con Namjoon.

Después olvido que hablaron.

Es como si, el hecho de que Jimin nunca tuvo que estar ahí  comenzara a cobrar de las suyas y comenzara así, a borrar lo que sucedió.

Sin embargo ella volvía a forzarse a recordar todo cuando sostenía su bufanda amarilla y podía recordar pequeñas partes de lo vivido.

見たことない 𝕛𝕒𝕞𝕒𝕚𝕤 𝕧𝕦 ✡ jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora