Mi Ángel Guardián

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Esteban estaba por entrar al edificio donde estaban las empresas San Roman, cuando escucha que alguien llora. Se gira a ver quien era y se queda sin habla cuando ve a la mujer más bella que han visto sus ojos. Sin saber porque sintió ganas de cuidarla lo cual lo hizo acercarse a ella.

Hola estas bien? , - le preguntó ofreciéndole un pañuelo para que secara sus lágrimas

La verdad no, - dijo mientras limpiaba su rostro

Hay algo en lo que pueda ayudarle

Ojala pudieras, pero dudo mucho que pudieras darme trabajo

Mira qué coincidencia justo ando necesitando secretaria, - comentó mientras le daba una sonrisa

En serio, no me estas bromeando verdad

No para nada, porque mejor dejas de llorar, limpias tus lindos ojos y me acompañas para hacerte una entrevista, te parece?

Gracias, eres mi angel guardian, - expresó muy feliz mientras lo abrazaba

Perdon fue la emoción del momento, - le comento con pena

Tranquila no pasa nada, - aseveró mientras pensaba en todo lo que sintió con ese abrazo.

Que maleducada soy, usted tan amable conmigo y ni siquiera le he dado mi nombre, Maria Fernandez Acuna, mucho gusto.

Esteban San Román y el gusto es todo mío, ahora sígame a mi oficina por favor


Caminaron uno al lado del otro hasta llegar al elevador, cuando éste se abrió no había nadie por lo que solo estaban ellos dos. Esteban marcó el piso donde estaba su oficina y el elevador comenzó a subir. Llegaron al piso donde estaban las oficinas, y cuando se abrió ambos soltaron un suspiro como deseando que se hubiera demorado más en llegar.

Salieron y fueron directo a la oficina de Esteban, en el camino le dijo a su secretaria que no lo molestaran. Entraron a la oficina, Esteban se sentó en su silla y Maria enfrente de él. Esteban le hizo la entrevista y aprovecho para preguntarle una que otra pregunta personal, cuando terminó la entrevista el sabia que Maria no estaba casada ni tenía hijos. Sin pensarlo mucho Esteban le dio el trabajo, y Maria a causa de la emoción volvió a abrazarlo. Se quedaron así por un rato ya que ninguno de los dos quería cortar el abrazo, les gustaba lo que sentían cuando estaban así tan cerca.

Con mucho pensar Esteban rompió el abrazo, le dio instrucciones de que fuera a recursos humanos para llenar los papeles necesarios, y no la dejó ir hasta que no aceptó su invitación a almorzar para celebrar su nuevo puesto. Maria aceptó encantada, no sabía porque pero le gustaba la compañía de Esteban.

Maria hizo todo lo que tenía que hacer en recursos humanos y despues regreso a buscar a Esteban, justo iba llegando cuando este salía de la oficina.

Lista para irnos

Si, - comentó con una sonrisa

Pues vamos entonces

Vamos



Esteban la llevó a un restaurante que estaba cerca de las oficinas, era pequeño pero muy acogedor, se sentaron en una mesa apartados de todos, así podrían platicar a gusto. Ordenaron sus bebidas y su comida, mientras esperaban comenzaron a hablar.

Gracias por aceptar mi invitación Señorita Fernández

Llámame Maria por favor y gracias a ti por invitarme

Bueno Maria, me podrías decir porque llorabas hace rato

Es que se me juntaron varias cosas a la vez, primero perdí mi empleo, después el que yo creia q me amaba me dejó así sin más y por último me llegó una carta del banco que sino pago me quitan mi casita, y pues cuando me encontraste ya no pude más y me quebré

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