DÍA 36
Habían abandonado la seguridad de la casa hace cinco días, se movieron principalmente por las afueras de la ciudad, aún así se encontraron con varios grupos de infectados o zombies (como prefería llamarlos Suna). Evitaron enfrentarse a ellos a menos que fuera realmente necesario, así descubrieron que el ex bloqueador central tenía razón, era posible "matarlos" con ayuda de un simple cuchillo. Además gracias a los documentos que habían leído tenían una idea básica de cómo evitar infectarse, debían evitar el contacto con sangre y saliva principalmente, todos los días se preocupaban de no tener heridas a las que les pudiera caer sangre.
La decisión que tomaron fue llegar a algún lugar de cultivo, un campo en el que pudieran refugiarse, el más alejado de la ciudad que encontraran, pero ir en auto era una idea totalmente imposible, eran tres adolescentes inútiles que no sabían conducir así que la idea quedaba descartada. No se habían esforzado en seguir vivos para morir tratando de conducir, habían mejores maneras,el suicidio por ejemplo, siempre era una opción.
Suna y Osamu despertaron abrazados, envueltos en una manta, o mejor dicho Osamu despertó, porque Suna no tenía intención de moverse, los primeros rayos del sol comenzaban a hacerse visibles y con ellos su momento de partir, si querían llegar a un lugar seguro no podían darse el lujo de descansar por mucho tiempo.
-¿Ya despertaron par de enamorados?-se hizo presente Atsumu hablando al menos dos veces más fuerte de lo necesario.
-Sí hermano no planeado, ¿alguna novedad?-preguntó Osamu mientras bostezaba quitándose a Suna de encima.
-Hace como una hora, escuché un grito, pero parecía lejano.
-Bien, aún así debemos alejarnos de aquí.
-Despierta a tu bello durmiente, veré que tenemos para comer.
Sin agregar más Atsumu salió de esa habitación, dejando a Osamu con la tarea de despertar al otro, difícil tarea cabe destacar.
-Suna, hey despierta-dijo con un toque de ternura mientras movía el hombro del otro.
Sin embargo la única respuesta que escuchó fue algo similar a un gruñido a la vez que Suna se envolvía en la manta, una idea pasó por su mente y ya que lo único que veía del contrario era su nuca comenzó a repatir besos ahí, una mezcla de suaves toques y pequeñas mordidas hicieron que cumpliera su misión, dando como resultado a un suna despierto y ligeramente avergonzado.
Los tres desayunaron (si podían llamar así a la única comida del día), se encontraban en una casa que en sus mejores días de seguro había sido muy acogedora, hogar de una linda familia o algo por el estilo, sin embargo ahora se reducía a paredes adornadas con imágenes de personas probablemente muertas y la cocina que guardó bellos recuerdos ahora era ocupada por tres extraños con las ropas manchadas de la misma sangre que en un pasado perteneció a personas como ellos y actualmente se reducían a un conjunto de células en descomposición tiradas en alguna parte de la ciudad donde nadie los reconocería.
Continuaron su recorrido por las afueras de la ciudad, guiándose principalmente de los lugares que recordaban haber visto alguna vez, claro había que tener en cuenta que ahora todo era muy diferente. Caminaban en silencio y revisaban a sus alrededores, al doblar una calle vieron a dos infectados que parecían no haberlos visto, su pulso se aceleró ligeramente, aún no conseguían acostumbrarse a verlos, de forma no consiente y aunque intentaran evitarlo, pensaban en cómo fueron alguna vez, si alguien los estaría buscando, si alguien aún los quería, con eso en mente los gemelos se acercaron silenciosamente a esos dos seres que caminaban sin rumbo, tardaron poco en matarlos y luego simplemente siguieron su camino.

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~All our lives~osasuna
FanfictionLas cosas se habían ido a la mierda muy rápido, una enfermedad extraña, personas levantándose luego de ser declarados como muertos, extrañas criaturas que los militares intentaban controlar claramente sin éxito, la población humana mundial disminuía...