DÍA 97
Osamu no había hablado prácticamente nada desde que vio la muerte de su compañera, al reunirse con los demás tampoco dio muchas explicaciones un simple "está muerta" fue lo que todos habían escuchado, una frase tan simple y que a la vez traía consigo un hecho tan complejo. Es lo que pasaba por la mente de Osamu en ese momento, las vidas humanas, tan frágiles que en cualquier momento pueden acabar, ¿qué pasaría con él? ¿qué pasaría con Suna? ¿podría vivir sin su hermano?.
Desde que llegaron el día anterior Osamu se encerró en una habitación y no había dejado pasar a nadie, Suna y Atsumu estaban preocupados, nunca lo habían visto de esa manera, por lo mismo se preguntaban que hacer al respecto, esperarían a la noche para llevarle algo de comer y hablar con él.
El anochecer llegó y así mismo llegó el momento de hablar con Osamu, tomaron un poco de comida y agua para entrar en la habitación.
-Samu, deberías comer algo-dijo Atsumu extendiendo la comida a su hermano.
-Realmente no tengo hambre-respondió Osamu de forma cortante.
-Amor por favor, se puede saber qué pasa, queremos ayudarte-dijo Suna.
-Solo, no quiero hablar de eso ahora-respondió después de un rato desviando la mirada.
-Me tienes preocupado Samu, pero entiendo si no puedes hablarlo ahora, los dejo, por las caras que tienen parecen querer estár solos-sin agregar más Atsumu sonrió a los otros dos y salió cerrando la puerta tras él.
-Amor, puedes al menos comer un poco.
Suna le habló suavemente y mirándolo a los ojos, igual que el choque de dos mundos sintieron algo encenderse en sus pechos, aún después de tanto tiempo seguían sintiendo lo mismo que el primer día que se besaron y bastaba una mirada para comprobarlo.
Osamu accedió a comer, lo que terminó en juegos románticos e infantiles, con Suna dándole la comida como si fuera un niño pequeño y caprichoso.
-Sabes que esto es completamente innecesario.-dijo Osamu lo más serio posible mientras miraba a su novio con mala cara.
-Cállate, yo decido el destino del avioncito, ahora di ahhh-exigió Suna acercando a su boca una cuchara con comida mientras la movía de un lado a otro.
Finalmente terminaron, Suna se recostó en la cama mientras esperaba que Osamu terminara de lavar sus dientes, tenía un objetivo claro, quitarle las preocupaciones a su novio al menos por un momento.
Osamu volvió a la habitación encontrando a Suna recostado, su pantalón estaba desabrochado y había cambiado su propia camiseta por una de su novio, mismo al que miró con ojos seductores, entregándole una invitación silenciosa a apropiarse de su cuerpo y hundir sus preocupaciones en el placer.
Suna estaba acorralado por el cuerpo contrario, sus labios y los de este se rozaban con calma, aplazando el ansiado momento de unirse, pero ya no pudieron esperar más, se fundieron en un beso profundo, capaz de encender cada célula de sus cuerpos y despertar sus deseos más ocultos.
Permitieron a sus manos recorrer el cuerpo del otro, pero un par de cosas estaban por cambiar, Suna no quería que su novio se encargara de todo, por lo que antes de que siguiera adelante lo tomó con fuerza y lo volteó para sentarse sobre él, mirándolo a los ojos comenzó a hacer movimientos circulares con su cadera sobre la entrepierna de Osamu.
-¿No crees que hay mucha ropa de por medio? -soltó Osamu de forma sugerente mientras apoyaba ambas manos en las caderas del otro.
-puedo arreglarlo-accedió acercándose a besar a su novio.

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~All our lives~osasuna
FanfictionLas cosas se habían ido a la mierda muy rápido, una enfermedad extraña, personas levantándose luego de ser declarados como muertos, extrañas criaturas que los militares intentaban controlar claramente sin éxito, la población humana mundial disminuía...