VI

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No sé cuando me quedé dormida, sólo sé que desperté abrazada al libro y con una postura un tanto incómoda.

No me puse despertador, así que no sabía que hora era. Respiré hondo y pensé ¿qué más da la hora que sea? Si te lo vas a pasar viendo Netflix o llorando por ver alguna película en HBO.
Pues... Es cierto, para que mentir.

Me levanté y me puse un café, la radio estaba puesta y salían canciones al azar. Bailé algunas, con cuidado de no manchar nada con la bebida que estaba ardiendo.

Me tiré en el sofá y subí el volumen de la televisión, estaban puesto las noticias y rápidamente me fijé en la hora, las 11:00 am. Bueno, en mi media.
Después, me fijé en las noticias. Eran en el apartado de Deportes y estaban hablando de fútbol. Al parecer, estaban muy emocionados por la semana que se aproxima, repleta de partidos de selecciones.

Suspiré, agradecía por no ser parte del equipo médico de ningún equipo. Yo no tendría que ir a ningún partido, en todo caso iría Paula.
Hablando de ella, decidí coger el teléfono móvil y llamarla. Esperé los 4 tonos y ya iba a colgar cuando por fin me respondió.

—Hola, Sam.—me habló. Intenté descifrar alguna emoción detrás de su voz, pero no pude.

—Hola, Paula. ¿Qué tal estás? Hace mucho que no te veo, además tengo mucho cotilleo que contarte.

—Soy toda oídos.

—Pero mejor en videollamada ¿no? Yo te llamo. —colgé lo más rápido que pude la llamada y me fui a whatsapp, le dijo al botón de la cámara a velocidad de la luz y esperé que me lo cogiese.

Afortunadamente, mis esperanzas fueron hechas.

—Ni Usain Bolt es tan rápido. —bromeó, parecía alegre. —¿Bueno, qué?

—¿Cuándo volverás? Te echo de menos.

—Hoy me toca, turno de noche, eso sí. —se llevó un vaso de agua a la boca y cuando terminó siguió —Me han dicho que ya encontraste la solución a lo de Goretzka, sabía que lo conseguirías.

—En cuanto a eso, tienes que hacer la firma de que el tratamiento está a punto de finalizar. Ya sabes, papeleo.

—Sin problema con eso, ¿qué tal con el alemán? ¿Sigue vivo? Mira que con el humor que tienes cuando te enfadas...

—Es insoportable, pero se aguanta.

—Espera, ¿me estás diciendo que has sido capaz de intercambiar con él más de dos palabras? —aplaudió—¡Qué crack!

—A que no sabías... Que dice incluso chistes.

—Ver para creer. No te creo. Yo le conté uno y me mandó a callar.

—Pero es que tus chistes... Son como: "Oh mira un zapato" Y te ríes como si te hubiera hablado El Monaguillo.

—¡Mira quién fue a hablar! —ambas reímos —Pero, ¿entonces no tuviste ningún problema con él? Me dijeron por ahí que tuviste una pelea con... Bueno ya sabes quién.

—¿Con Leon Goretzka? No, salvo cosas como que le dije que el Betis es mejor que el Bayern, que se ofendió un poco pero se le pasó. ¿Quién te dijo eso?

—Nadie. No te preocupes por eso. Hoy tienes día libre, puedes probar a ir con Marco o no lo sé. Disfruta tus últimos días de libertad antes de las semanas más duras jamás vividas.

—¿Yo? Lo bueno de ser una ayudante es en estos momentos. —guiñé el ojo— No puedo hacerme cargo de nadie, ni de ir a los partidos porque no pertenezco al equipo médico... Así que mis días estarán más tranquilitos. Pero mira el lado bueno, tú podrás ir a ver los partidos en primera fila.

Cuando nadie ve | Leon GoretzkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora