ALIVIO

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CAPITULO 7- Alivio

POV. Luna

Lo perdimos de vista por 1 minuto y este idiota ya estaba entrando al bosque. A veces pienso, si en verdad es mi hermano. Nos dijeron dónde estaba el dichoso gremio y caminamos. Yo estaba ansiosa en llegar pero Haru y Layla solo iban jugando y bromeando. Los tres estábamos asombrados por lo grande que es la ciudad, jamás habíamos visto algo así. Justo cuando ya habían colmado mi paciencia lo vivi el edificio que tanto había deseado conocer.

-Chicos hemos llegado- Haru comenzó a caminar más rápido y serio.- ¿Debemos tocar la puerta?- pregunto, no sé cómo debemos entrar o con quien hablar.

-No lo se...esto es tan extraño- Haru se adelanta

-Dejen que yo toque- Ambas asentimos pero claramente que él no iba a tocar de una manera discreta.

La idea era abrir la puerta con cuidado, no de un golpe.

Ahora todas las personas dentro del gremio nos miran confusas

-HEMOS LLEGADO- suspiro, veo como Layla se acerca a él y le da un golpe en la nuca.

-idiota- vuelve a decir mi hermana

-¿y ahora por qué?- pregunta mientras se toca la cabeza

-¿y todavía preguntas?- le digo

-Es que ninguna quería tocar y yo solo abrí la puerta-

-Pero no de esa manera- negué con la cabeza- ¿es que mama no te enseño modales?- sonreí

-Mientras mama nos enseñaba, él prefería discutir con Darco- lindos recuerdos- pero eso no es importante ahora- dije mientras miraba hacia enfrente. Dentro del gremio que alguna vez fue la familia de mama. ¡Wow! Esto es increíble, parece ser un lugar muy agradable.

-¿Quiénes son ustedes?- una voz dulce nos preguntó, me fije que provenía de una mujer con cabello blanco largo que se encontraba atrás de una barra.

- Nosotros somos....- un golpe fuerte me interrumpió

-Unos idiotas.- bueno, cundo decidí venir aquí, pensé que solo me enfrentaría a la furria de Nashi y Darco pero ahora sé que me he equivocado.

-H-hola tío L-Laxus-dijo Haru ocultándose atrás de Layla. Él nos miraba un poco furioso. Pase saliva. Bueno ya estamos aquí.

Todos en el gremio nos miraban confusos

-Laxus, cariño, ¿Los conoces?-vimos que solo asintió y nos miró de nuevo

- Es mejor que suba, ¡AHORA!- comencé a caminar hacia aquella oficina. Tenía que subir algunas escaleras. Haru y Layla estaban detrás de mí. Entramos y el cerro la puerta. -¿Qué es lo que están haciendo aquí? ¿Dónde está Nashi?

-Ella se quedó en casa- él nos miró incrédulo

-¿Ella saben que están aquí?- los tres negamos.

-Bueno-comenzó Haru- le dejamos una nota.- Él nos miró incrédulo sabíamos que nos esperaba un largo reclamo.

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Pov. Nashi

No faltaba mucho para llegar a la estación de trenes. Después de saber que ellos iban a Fairy Tail no dude en levantarme y comenzar a dirigirme hacia haya.

Aunque Loke había dicho que necesitaba descansar, mi resistencia es poca, aquel día recibí daño en mis pulmones lo que cause que sienta que no puedo respirar. Pero es necesario llegar con ellos antes que ocurra otra cosa.

Después de casi 6 horas de camino, pude ver la estación de trenes. Suspire de alivio, estaba cerca, cercas de llegar, pero justo cuando iba a llegar, tuve que esquivar un explosivo que se dirigía hacia mí. Caí de pie unos metros, no veía nada a mí alrededor. Hasta que sentí una presencia tras de mí. Me gire y sentí un dolor en el abdomen.

Me separe de un salto y lleve mi mano al abdomen y se manchó de sangre.

-Así que eres tu- comenzó aquel desconocido- No eres nada especial

-¿Quién eres tú?- dije con voz gélida

-Alguien, que no importa- dio un paso más cerca de mí- por el momento

-¿Qué quieres?- él se acercó más y yo di un paso hacia atrás, el sonrió. Quise golpearlo, pero lo único que conseguí fue dos golpes en la cara.

-Deberías tranquilizarte, pequeña-

-¿Tu quemaste la casa no?- el solo sonrió, en menos de un segundo él se encontraba enfrente de mí. Su nariz tocaba la mía, sus ojos rojos me veían fijamente- Solo quería conocerte...- su sonrisa me dio escalofríos y él lo noto- Nos veremos en otro momento. - y así como se acercó, desapareció.

¿Qué demonios?

Gire para todos lados y no veía nada. Mire mi mano manchada de sangre. Tome aire ¿Qué demonios había sido eso?

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Tome un tren, mama solía contarnos como los transportes hacia que los Dragón Slayer se mareaban o desmayaban al subir a uno, a mí casi no me afectaba, solo sentía un pequeño mareo que se pasaba con el tiempo.

Era de noche, mi herida aun sangraba, pero me las arreglaba para cubrir bien la herida. No sé cuánto tiempo paso, pero el sol salía nuevamente, mi corazón latía rápido al ver cómo nos acercábamos a la ciudad.

El tren se detuvo, pero al pararme sentí un mareo, que hizo que me sentara de nuevo. Sé que estoy débil, con la herida, la falta de comida y sueño, causaban todo. Necesitaba llegar a Fairy Tail lo antes posible, solo con ver a mis hermanos sanos y salvos podre estar tranquila.

Pregunte por todos lados, me veían extraño, no era para menos. Tenía la capa negra puesta con el gorro, y además caminaba muy lento y me detenía a cada rato.

Hasta que al fin estaba frente a aquellas puertas, aquel lugar que llame hogar, aquel lugar que nos hizo tanto daño. Ni siquiera quería entrar, sentía que el aire me faltaba. Ya ni podía saber si era por lo débil que estaba o por el miedo que me embriagaba al estar de nuevo ahí. Cerré mis ojos ellos están aquí, lo puedo sentir.

-Vamos Nashisolo entra- tome aire y lo hice

Abrí las puertas, todo estaba en silencio, muchas caras conocidas, muchos sentimientos reunidos. Y enfrente de mí, a s unos metros. Mis hermanos, una parte de mí se alivió de verlos, no podía reclamarles nada, agradezco de corazón que no me hubieran hecho caso.

Abrí la puerta poco a poco...

-H-hola- Layla, cerré mis ojos con fuerza, vi como Luna y Haru se acercaban a mi apresuradamente, su cara de preocupación me decía que se habían dado cuenta de la sangre

-¿Estas bien? ¿Qué sucedió?- sonreí

-¿La conocen?- conocía es voz. Erza.

-¿Qué paso? ¿Dónde está Darco?- suspire, con esfuerzo lévate mis manos para quitarme la gorra que traía, dejando a la vista mi rostro y mi cabello. Las voces sorprendidas de algunos y unos cuanto sollozos no se hicieron esperar.

-Me alegra que están bien- dije en un susurro que ellos escucharon, Layla se iba acercando, pero se detuvo antes de llegar con nosotros.

-¿Qué te paso? Porque tienes así el ojo- suspiro, ni siquiera sabía que me había dejado tan herida la cara.

-Nashi-sus ojos se llenaron de lágrimas

-Ven, estoy bien- ella se acercó y me abrazo. El abrazarlos hizo que parte de mi corazón se tranquilizara

-Chicos...yo... me alegra que ustedes estén bien-todo me da vuelta, mis piernas se debilitaron haciendo que ellos cargaran mi peso.- Espero que...- ni siquiera termine de hablar

-¿Nashi?- No sé quién hablo, ni quien me sostuvo. Lo que si se es que, el esfuerzo por haber venido sin descansar, me pasaba factura.

Las Hadas Perdidas *EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora