He aceptado

19 3 0
                                    

No le temo a la muerte, después de todo es lo único garantizado después de mi nacimiento y cual  C. Bukowski, cargo a mi huesuda amiga en el bolsillo izquierdo. Al igual que él a veces la saco y hablo con ella y entre coqueteos muchos susurros insinúa, dejándome saber que mi momento será algo extenso, delimitando un dulce comienzo

Ya lo decía F. Mauriac: “La muerte no nos roba a los seres amados. Al contrario, no los guarda y no los inmortaliza en el recuerdo. La vida si que nos roba muchas veces y definitivamente” Y en un momento de total ataraxia puedo discernirlo, entenderlo, comprenderlo y aceptarlo

Oscuros están los cielos y en una sublime admiración me acendro. He cambiado, lo sé y nadie puede juzgarme, nadie puede tildarme, mucho menos sentenciarme

¿Acaso lo hará aquel que me abandonó o aquel que como basura me trató?, ¿será acaso el que prometió y su palabra nunca cumplió y que solo con excusas y mentiras se respaldó o lo intentará el hipócrita aquel que solo alguna vez por conveniencia me buscó? ¿o aquel que me lastimo y nunca con honestidad una disculpa ofreció?

Estoy cansado, solo quiero ver la lluvia caer, mientras que disfruto de sus rebeldes vientos y de ese aroma petricor. Estoy cansado, solo deseo vivir sosegado. Hallar un lugar sereno, quebrantando fronteras sin tener un rumbo fijo, hallar ese lugar sin tristeza, sin odio y vivir tranquilo. No importa que mi corazón jamás encuentre lo que ha ansiado de verdad

Algo de oscuridad me nutre, lo sé y puedo aceptarlo. Aquellos demonios que les temía, ahora ya no causan ese efecto en mi, los escucho, dialogo con ellos y entre debates bélicos algo puedo captar, muchos aspectos nuevos aprender, pero sin embargo mi carácter inquebrantable ante ellos no se deja someter, el cual logro entre asertividad imponer

He cambiado, lo sé y cual astuta serpiente me resguardo en sigilo sin miedo a lo que se aproxime. Quise disipar la oscuridad y dar luz a quienes alguna vez la necesito, pero quede mirando tanto a ese abismo oscuro y algo de su oscuridad se ha impregnado en mi

No hay miedo, no hay dudas y acepto la oscuro que hay en mi. Ahora dosifico la luz y también la oscuridad. Me he convertido en el silencio cargado de gritos y los gritos ahogados en el silencio, la paz que se refugió en el caos y el caos que transcendió a la calma

Me aislé, me ausente de la luz que creí tener, que alguna vez quise buscar. Ahora acepté esa oscuridad estigmatizada por la sociedad, pero que es comprendida por mi y que desde hace mucho estuvo aquí, mostrándome mas allá de lo establecido, haciéndome ver la verdad de este mundo corrompido

No busquen amor en mi, ya no hay amor en mi y no es que el sentimiento del amor este empañado de maldad, es a quienes se lo entregamos quien de verdad debemos cuidar. Con el paso del tiempo he entregado todo el que alguna vez tuve, ahora solo ha quedado un cascaron vacío, el cual no quiero hacer méritos para volver a llenar, aunque muchos momentos llenos de sentimientos benevolentes no me dejen de susurrar. He aceptado todo aquello que antes le temía, he captado todas las enseñanzas que desde antes me correspondían, ahora puedo discernir lo que la vida a  través transformaciones me    impartiría

B.S.A.M
18/12/2020

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 19, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

He aceptadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora