2017.03.17
El despertador suena e intento golpearlo, tras varios intentos en los que solo atino mi mano a la mesilla de noche, consigo apagarlo. Suspiro cansada mientras paso las manos por mi cara.
Consigo abrir un poco los ojos, pero los cierro de golpe cuando escucho los pasos apresurados de quien supongo es la torpeza en persona.
-¡Noona! ¡Noona!-escucho una voz masculina en el pasillo.
Como cada día cuento lentamente.1...2...3...Y escucho como tropieza con el último escalón. Si, definitivamente es Hyunjin. Me siento en la cama y vuelvo a revolver mi pelo oscuro, para cuando entra en la habitación sin llamar como es costumbre me encuentro con el pelo por delante de mi cara, creo que se alcanza a ver mi ojo, fulminándolo.
Lo veo gritar y tirarse a la pared como si eso lo pudiese proteger.
-¡Ahhh!-grita sacudiendo las manos en el aire.-La...l-a niña de la curva....-pronuncia tembloroso para tapar su cara. No consigo evitar reírme ,y cuando echo mi pelo hacia atrás lo veo observarme entre sus dedos.-Ufff, Soyun, vaya sustos me das. Pensé que iba a morir.-dice sonriente el castaño mientras tira su mochila en el suelo de mi habitación.
Camina hacia mi ventana y sin reparo abre las cortinas de sopetón. Yo por mi parte suspiro antes de ir al baño a hacer mis necesidades. Él me sigue de cerca pero con una mano lo paro de entrar.
-Pero...pero...-intenta decir cuando con un dedo en su frente lo empujo hacia atrás.
-Acaso quieres ver como hago pis?-pregunto apoyándome en el marco de la puerta. Con un puntapié abro más la puerta y lo veo retroceder mientras mira al suelo sonrojado.
-Yo...te espero aquí.-dice mientras hace una reverencia.
-Eso pensaba.
Cuando bajo a desayunar, ya visto el uniforme escolar. Bostezo mientras estiro los brazos.
Paso por delante de la puerta negra y me paro rascando la nuca. El nombre de Kangdo en letras de madera de colores hace que trague duro.
Kangdo se había quitado la vida hacía dos años. Desde eso mi relación con Hyunjin se había ido estrechando.
Veo a Hyunjin aparecer por el pasillo. Me mira serio casi con mirada arrepentida. Quiero ir a la cocina pero mis pies parecen haberse quedado pegados al suelo. Mi mirada vuelve a quedarse estancada en la puerta y suspiro cuando siento su brazo rodearme por los hombros .
-Vamos Soju, o el desayuno se enfriará.-dice mientras me empuja levemente con las manos en la cintura.
Ese apodo me lo había puesto Kangdo la primera vez que el señor Hwang nos había dejado probar el Soju. Decía que mi personalidad era fuerte, un poco intensa. En aquel momento no me había hecho mucha gracia, pero ahora era uno de los recuerdos que me quedaban de él.
Comimos lo que la madre del castaño había preparado en silencio. Una vez listos, até mi pelo y sin más, salimos al pasillo para coger el ascensor.
-Jinnie.-lo llamo y lo veo mirarme con la curiosidad típica en su mirada.
-Si, noona?-pregunta pulsando el botón del ascensor.
-¿Qué tal vas en la escuela?-pregunto cruzándome de brazos y apoyándome en una de las paredes interiores del ascensor.
-Oh, bien, bien. Tengo un montón de amigos.-responde nervioso y asiento. Sabe que no tiene por qué mentirme, que si tiene algún problema puede contar conmigo.
-¿Seguro?-vuelvo a preguntar buscando su mirada.
-Si.-pronuncia frunciendo los labios. Saco la bolsa de mi mochila y se la doy. En ella el nombre de Hyunjin está bordado, muy pobremente, pues fue la primera cosa que bordé cuando era pequeña además de la de Kangdo.
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she's electric //hj.
FanfictionNunca lo sabrás, pero soñé que saltábamos charcos, mientras yo te decía : ¿Vamos? tú cerrabas los ojos y contestabas: Donde sea.