Capítulo 1

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Martes: 22/09/2020…

Anayreh:

Observo por la ventana del auto como la gotas de lluvia caen.

Llevo dos semanas en éste lugar; y lo que más amo hasta ahora es su clima, es tan relajante la verdad.

Al principio era complicado, ya que donde vivía antes era súper cálido, pero el tiempo me está ayudando.

—Llegamos hija— dice mi madre trayéndome a la realidad.

—Enseguida voy mamá.

—Okay, no te tardes.

Con eso se adentra a la casa y me deja en completa soledad bajo la oscuridad de la noche.

Mi madre, Alice Martínez, es una mujer muy joven, tiene cabello largo castaño oscuro, ojos marrones y piel morena.

Ha luchado mucho por mí para darme una vida digna. Luego de que mi padre la abandonara cuando supo que estaba embarazada, sufrió mucho.
Pero aún así eso no le impidió continuar con su vida, logró terminar el bachillerato y la Universidad; y así, con las mejores calificaciones se segraduó en Ingeniería Arquitectónica.

Un ruido me alerta, así que me levanto rápidamente del asiento y miro en todas direcciones. Para mi sorpresa veo a una niña en el suelo.

Salgo del auto para ver qué le pasó, me acerco cuidadosamente y la niña al verme se asusta.
No la culpo, la verdad en éste momento no tengo el mejor aspecto.

La niña no tendrá más de 11 años, la observo con detenimiento y tiene un color de piel muy pálido, sus ojos son de un azul oscuro que con sus pequeñas pecas luce hermoso. Y tiene cabello castaño claro el cual le llega hasta las caderas acompañado de una pollina.

—Tranquila pequeña— digo con gentileza para no asustarla más.

—¿Qui-quién eres?— me responde con algo de desconfianza.

—Soy Anayreh, me mudé hace dos semanas a ésta casa— le señalo mi casa —no quería asustarte, es solo que cuando escuché un ruido y te vi en el suelo quise ver si necesitabas ayuda.

—Estoy bien, solo venía en mi bici y me tropecé— me muestra su bicicleta detrás del auto.

—Okay... ¿segura que estás bien?— solo responde con un asentimiento.
—Por cierto... ¿cómo te llamas?— le pregunto con gentileza.

—Soy Jasmine— contesta algo más tranquila.

—Mucho gusto Jasmine, ¿dónde vives?.

—Pronto lo sabrás— responde y me mira fijamente, tal vez analizandome, hasta que vuelve hablar —Mi madre no me deja hablar con desconocidos, pero para mí no lo eres.—
Recoge su bici del suelo y se monta en ella, cuando pienso que se irá sin decir nada más, voltea a verme, sonríe y dice —Nos vemos luego— y con eso se despide.

***

—Hija ven a cenar— llama mi madre desde la cocina.

«Mejor me doy prisa»

—¡YA VOYY!— exclamo algo irritada.

Después del encuentro con la pequeña, al entrar a la casa mi madre me dió la noticia de que en una semana comienzo las clases.

Bajo las escaleras para cenar; llego a la mesa donde me espera mi madre.

—Al fin llegas.

—Ni tardé tanto mamá, exageras.

Las Notas Hacia la Felicidad [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora