|Prólogo|

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Septiembre del 2002

—¡Mierda Danáe!—grito él joven brujo, después de haber sido lanzado hacia un árbol. La joven bruja río burlonamente.

—¡Lo siento!—se disculpo después de un rato al ver como su novio aún seguía sin poder levantarse. Angustiada Danáe corrió a su lado—¡Cariño en verdad lo siento, aún sigo aprendiendo a controlar mi poder!—se disculpo arrodillandose aún lado de él.

Él joven sintiéndose humillado la enpujo para levantarse cojeando, estaba harto de que siempre que entrenaban ella terminara humillandolo.

—Ya dejalo, siempre es lo mismo contigo—murmuró pasando a su lado.

Los ojos azules de la joven se llenaron de lágrimas, hacia tres meses que ella empezaba a notar que sus poderes eran más grandes y poderosos, habían brujos poderosos pero no más que ella, su amiga Laura era una bruja poderosa pero sólo en su área, las posiones, de ahí en fuera Danáe era la única que podía usar su magia sin necesidad de utilizar una posion, o hacer un ritual. Todos los brujos de su comunidad tenían que tener el apoyo de algo para poder utilizar la magia, pero ella no, ella podía hacer que lloviera tan solo chasqueando sus dedos y eso incomodaba a los brujos, ella lo sabía, pero nada podía hacer.

—Llegaste temprano—dijo su madre—y sin ningún rasguño—mormuro viéndola detenidamente.

—No pudimos entrenar tanto, lo arruine otra ves.

—Me imagino, no se que hechizo hiciste Dana, pero tienes que ponerle fin, los ancianos y todos en la comunidad se sienten amenazados por ese poder tan extraño que tienes—comento antes de poner su vista en el libro de flores.

—Cuantas veces te voy a decir que no es ningún hechizo mamá.—replicó la chica, por más que se esforzará nadie le creía.

Agosto del 2005

—¡Exigo que hagan algo! ¡Esa bruja es un peligro, casi mata a mi hijo! ¡A un lobo!—grito furioso el Alpha de la manada del norte. Estrella Roja. Todos los líderes de cada especie se encontraban sentados en la mesa redonda, cada uno con una queja sobre la bruja.

—De parte de la comunidad Blanca, le pedimos una disculpa Alpha Freddy. Nosotros hemos investigado y puede haber un hechizo que logre matarla.—se disculpo el anciano, un brujo.

—¿Y que esperan para matarla?—preguntó Damián, un Demonio.

—Hace tres años que abandonó la comunidad, ya no tenemos poder sobre ella, cada día es más fuerte—dijo el anciano—Pero ustedes puenden atraparla, ella ya no pertenece a ninguna comunidad por lo tanto esta sola, la última ves que supimos de ella fue hace dos años cuando se presentó a la boda de mi bisnieto Travis y su esposa Laura.

—Ella es muy poderosa talvez podamos entrenarla—dijo Stephanie, una Hada. Pero nadie la escucho, ella sabía que Danáe no era mala, si no inexperta con sus poderes.

—Entonces...anciano Nestor, preparen ese hechizo, sabemos cual es su debilidad, hay que hallar una forma de encontrarla y matarla. No importa el precio que haya que pagar.

Todos los líderes estuvieron de acuerdo.

4 de octubre del 2010

Danáe Baker fue vista por última vez en los límites del bosque de Tabitha.

Actualmente año 2033

—La situación está empeorando más señores—dijo Travis Dangger, el nuevo anciano de su comunidad.—Estos últimos tres días, Italia, Nueva York y México an perdido el 20% de los seres sobrenaturales y los humanos un 35%.

—¿Que más tenemos sobre esa cosa que nos está matando?—dijo Celia, la represente de los humanos.

—Nada, no hay nada—Izan Dangger entro a la sala con su típica cara seria, a lado de él estaba su Beta Harry.—Pase una semana en Europa solo para que me dijeran que no hay registro de ese ser que nos está atacando.—se quejo sentándose en su silla giratoria a lado de Stephanie una Hada con la que pocas veces compartía cama.

—¿Que vamos hacer?—Arthur Allen era él nuevo representante de los Demonio, por lo tanto no tenía una relación de confianza con los demás seres.

—Nada, llevamos tres años intentando matar esa cosa y no sabemos ni siquiera que es—dijo Elena una sirena—Estamos perdidos.

Y entonces la sala se llenó de voces y gritos histéricos, todos estaban estresados y amenazados con ese nuevo ser que se la pasaba matando cualquier especie que se le cruzara en su camino.

Pero todos callaron cuando la voz de Travis Dangger mencionó su nombre.

—¿Que dijiste?—dijo una a tónica Stephanie, sintiendo una emoción inexplicable en su pecho,a su lado Izan se tensó al recordar aquella mirada dulce que siempre lo atormentaba.

—Si, como escucharon—Travis se enderezó para decir las siguientes palabras—No estamos perdidos, no si buscamos a Danáe Baker, la bruja pródiga.

En Las Profundidades De Tabitha ®️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora