Mobei-Jun no entiende a Shang Qinghua.
Lo conoce por primera vez en un día muy malo. Está de un humor particularmente amargo, acaba de abrirse camino a través de una emboscada del Palacio Huan Hua. El olor a sangre aún está fresco en sus fosas nasales, pero no puede deshacerse de una vaga sensación de malestar, como si su cuerpo no respondiera correctamente. Conocer a otro grupo de cultivadores, incluso formado por un grupo de discípulos del más inútil de los Picos, no hace nada para mejorar su día.
Quiere que se callen y se vayan, para poder volver a su castillo.
El rostro de Shang QingHua es como muchos otros, sin rasgos particulares que lo distingan del grupo de humanos gritando que evidentemente están tratando de encontrar una manera de escapar. La atención de Mobei-Jun no se dirige a él, y solo resopla cuando los ve blandiendo espadas que claramente nunca han usado. No es lo suficientemente amable como para dejarlos terminar sus discursos sin sentido, y mata a un montón en el acto.
Es ridículamente fácil, incluso se lo esperaba. Los humanos caen tan rápido como las hojas cuando llega el invierno. Todos ellos son débiles.
Lo que no esperaba es que Shang QingHua se arroje a sus pies.
No sabe por qué no lo mata en el acto, sino que se concentra en hacer pedazos a cada uno de sus compañeros discípulos que están huyendo con tanta valentía, como si alguna vez tuvieran la oportunidad. El hielo se mezcla con el rojo de la sangre, y Mobei-Jun espera que el humano se suelte en este punto, horrorizado y muerto de miedo. En cambio... tiene miedo, eso está muy claro, pero todavía se aferra a él, suplicando lealtad y devoción eterna. Reclamando utilidad.
Que ridículo.
Quizás sea porque la mera idea es ridícula de que no lo atraviese de inmediato con un trozo de hielo. O, tal vez, sigue siendo esa vaga sensación en su pecho, su cerebro extrañamente empañado.
Incluso dedica tiempo a burlarse de él, hasta que todo su mundo se mueve y él cae.
En todos sus años, -los cuales, admite, no son tantos, pero ha logrado librar una gran cantidad de batallas- nunca se ha puesto de rodillas. Algo dentro de él ruge, indignado, pero queda inconsciente antes de que pueda comprender completamente lo que sucedió.
Cuando se despierta, es con un cuerpo cálido envuelto alrededor del suyo.
Le toma una fracción de segundo recordar lo que sucedió - una oleada de vergüenza e ira lo invaden- y reconoce quién está exactamente en la cama con él. Él patea a Shang QingHua al suelo con poca consideración.
Lo que sigue son muchas excusas suplicantes y mal construidas a las que Mobei-Jun solo presta atención vagamente, demasiado ocupado tratando de encontrar orden en sus pensamientos extrañamente caóticos. El dolor agudo sobre su riñón izquierdo es probablemente la fuente de su anterior pérdida de conciencia -el clan Mobei ha luchado contra el Palacio Huan Hua suficientes veces para que Mobei-Jun esté familiarizado con sus dardos Ling Hua, pero esta es la primera vez que de hecho fue víctima de uno de ellos.- El hecho de que pueda sentir el dolor ahora significa que el humano no solo lo llevó a un lugar relativamente seguro, sino que también sacó el dardo eliminando así efectivamente el efecto anestésico.
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The other side
FanfictionTraducción del inglés al español con el permiso del autor. Autor: ChoAyako Publicación original: AO3 Fandom: 人渣 反派 自救 系统 - 墨 香 铜臭 | The Scum Villian's Self-Saving System - Mòxiāng Tóngxiù | El sistema de auto-salvación del villano escoria - Mòxiāng...