FUERTE Y FEROZ. [Yami x Yugi]

P R O L O G O

La vida es descarada, es sabia, es una hija de puta, pero que bien sienta sertirse así de vivo cuando sientes que realmente estás disfrutando tu vida o la estás desperdiciando.

O aquel sentimiento de adrenalina al saber que estás luchando por sobrevivir un día más, aquella batalla que parece ser interminable pero es agradable saber cómo va a terminar el combate.

¿Vas a ganar?, ¿vas a perder?

La vida es misteriosa y es curiosa.

Uno nunca sabe porque está en este mundo, pero conforme el tiempo va avanzando en ti, vas dándote cuenta para que llegaste aquí y en este tiempo. Llega ese momento en el que dices: '¡Oh!, para esto es que existo' y es entonces cuando te das cuenta que la sociedad te necesita para: construir o romper reglas, para liderar o para permanecer en un grupo de personas para que ayudes o destruyas.

Aquí no se trata de ser el número uno, ni de saber quién es el mejor de todos, no, aquí se trata de demostrar de qué estás hecho, de que eres capaz de hacer, de cuantas habilidades puedes desarrollar y cuáles puedes implementar para el mundo.

¿Cuanta sabiduría y aprendizaje podrás adquirir y dar en tu vida?

Te has puesto a pensar... ¿Cuánta vida te queda y que has hecho con ella?, si murieras mañana, la vida que llevas ahora, tus logros, tus sueños y planes que quieras realizar en un futuro, o si no lo has hecho, pero podrías... ¿Estarías satisfecho partiendo de esta vida, sabiendo lo que has hecho y dejado?, ¿morirías en paz?.

Yo no.

Aún no me quiero morir.

No pienso morir así.

¡No pienso morir doblegado por mi enemigo!

¡Ni siquiera a mi rival le permitiría pisotearme de la manera en la que mi enemigo lo hace!.

El miedo; él es mi peor enemigo.

¿Cómo podría irme de este mundo sabiendo que no pude con eso?, no podría, estaba seguro que mi alma estaría condenada a vagar por la oscuridad  para siempre si permitía que mi cuerpo y alma se dejaran llevar por el instinto del miedo.

— ¡Arrodillate frente al líder!. —

Me grita un soldado con fuerza, aprieto los dientes, trató de aguantar la furia que me corre por las venas.

Aún tenía mi orgullo intacto, aún podía mantener incluso mi honor.

“¡No me arrodillare!, ¡No puedo!”

—¡¡Qué te arrodillés!! . —

Grita nuevamente el soldado y el golpe por fin llega; el soldado golpea mi cabeza con su arma, mi cabeza no tarda en sangrar y recorre la parte izquierda de mi rostro, mi visión se vuelve borrosa por un minuto pero logro quedarme despierto.

“Aún mi cuerpo se niega a acatar esas ordenes de mierda."

Sonrió ante mi pensamiento.

“Tendré que recibir a la muerte con una de mis mejores sonrisas, al menos ella comprenderá que hasta el final de mi vida, estuve luchando, que nunca me rendí a pesar de la vida que tuve, que aprendí aceptarla con el paso del tiempo, al final de cuentas no estaba arrepentido de tenerla y vivirla como Dios solo supo hacerme entender. Estaba listo para partir, me sentía preparado, bien; que mi último aliento sea dedicado a ella; una petición .”

— ¡HAZ CASO BASTARDO!. —

Nuevamente vuelvo a escuchar el grito de ese horroroso hombre, me golpea las cosillas con tal fuerza que caigo a la tierra húmeda donde, probablemente, sea mi ejecución.

Claro que el golpe me duele, así como el resto de mi cuerpo, escupo sangre y me doy el lujo de escupirle a la cara a ese soldadito que se creía todo un 'hombrecito', se queja por supuesto y me da otra patada más a mis costillas.

Sigue doliendo pero me cruza el vago pensamiento de que muy pronto dejará de hacerlo, sentiré paz, sentiré tranquilidad.

Una vez abro mis ojos de nuevo, veo a ese soldadito que me ni siquiera me llega a los talones y pienso que:

"Solo llega hacer un puto cobarde. Ni siquiera tiene el atrevimiento de enfrentarme cara a cara, una pelea en solitario y a puño limpio. Pero, ¿en qué diablos estoy pensando?, seguramente al estar al borde de la muerte me hace delirar. Obviamente ese soldadito de miedo necesitaría de sus compañeros, requiere del público para hacerse el 'machito' y enfrentarme enserio, aún que recurría a esas 'cartas bajo la manga' para poder ganarme. Je. Es un completo bastardo cobarde. ”

—¿De qué tanto te ríes mierdecilla?, ¿Acaso te gusta el dolor?. — Me pregunta, ni siquiera me había dado cuenta cuando es que comencé a reírme de él, pero aún así junte todas mis fuerzas y le dije:

— Me rio de lo patético que te ves desde aquí. —

Él frunce el ceño molesto y justo cuando va a darme otra patada, aparece el dictador del distrito.

— ¿Por qué la violencia?. — Pregunta con voz suave mientras me ve con esos enormes ojos azules, se que se está burlando de mi en silencio. — ¿Acaso hay justificación para ejercerlo a este pobre chico?. —

— ¡Majestad! , ¡él...!. —

Pero antes de que el soldadito pueda seguir cacareando es interrumpido por mi.

— ¿Majestad?. — Me burló, llamando su atención. — ¿Acaso tu sangre es de la nobleza, para que te digan así?. —

Él se arrodilla hasta mi posición, toma mi mentón con fuerza, lastimandome pero no me importo en absoluto, quería que ese cabron mostrará su verdadera cara enfrente de mi, tan siquiera por última vez.

— Al parecer no sabes con quien te estas metiendo chico. —

—Oh, yo creo que sí. — Fue mi respuesta para luego escupirle a la cara y mancharle su horrendo rostro con mi sangre.

Él saca un pañuelo de su abrigo y se limpia el lugar donde lo ensucie mientras se ríe con gracia.

—¿Qué diria Yugi si te viera haciendo esto?. —

—Me diría que lo volviera hacer otra vez. —Me muestro orgulloso y el se inmuta.

—Sí Yugi estuviera aquí, te apuesto que te suplicaria que te detuvieras, que dejes de jugar al héroe y te unas a  nosotros. — Extiende sus brazos mostrándome lo 'grandioso' que era estar a su lado. — Únete a mi y gobierna conmigo. —

— Ni volviendo a nacer estaría contigo. —

Su rostro lleno de alegría se deforma, ¡al fin!, muestra su verdadera cara.

— Entonces lo único que mereces es la muerte. —

Sonreí aún más.

—¿Qué crees que estado esperando todo este maldito tiempo?. —

——————

¡Bienvenido a una nueva historia!, ¿cómo resultará?, ¡no lo sé!

¡Estado actual, creando...! 💜