En Contacto.

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Apague mi teléfono una vez me comunique con Yugi, guarde el aparato y mire al frente donde había un gran desastre.

— Déjame adivinar. — Le dije a mi compañero que terminaba de examinar un cuerpo de una señora en mal estado. — No dejaron a nadie con vida, ¿verdad?. — Me hinque a su lado y note en el estado de putrefacción que se encontraba dicho cuerpo. — ¿Cuanto tiempo lleva el cuerpo así?. —

—Seguramente unas semanas. — Me miró, se sacó su chaqueta y cubrió el cuerpo para después juntar sus manos y cerrar sus ojos, imite sus acciones para después rezar por la pobre mujer.

Minutos después, seguimos con nuestra investigación por aquel barrio solitario, destrozado y mal oliente.

— No perdieron el tiempo los soldados. —

—A juzgar por las marcas de bala y la sangre salpicada por las paredes y el piso. —Me miró seriamente. — Pienso que la mitad de estos inocentes fueron fusilados a punta de cañón. —

Cerré mis puños, conteniendo las enormes ganas de golpear algo. .

¡Esos bastardos!, ¡¿Cómo pueden hacerle esto a la gente?!, ¡¿no se supone que deben protegerla?!.

— ¿Hay algo más?. — Pregunté, casi, en un gruñido.

— Había niños... —Lo mire expectante. — Del resto ya no te cuento. —

¡CABRONES!.

— Yami, tenemos que informar esto a la jefa. — Me dijo aquel albino. — Ella mandara una tropa para hacerse cargo de los cuerpos y tal vez, no lo sé, podamos montar una base por aquí. —

— Eso no me importa. — Dije seriamente. — ¿Te das cuenta que esos cabrones se están pasando de la raya?. —Comencé a enfurecerme. —Primero iniciaron capturando con los ancianos  después con los padres de familia, luego le siguieron los estudiantes universitarios, ¿ahora asesinan mujeres y niños?. —

— Lo sé, la situación se estaba volviendo cada vez complicada. Pero la jefa... —

—¿La jefa?. —Le interrumpí. — La jefa nos a prometido miles de cosas, que si nos unimos a su bando íbamos a terminar con esta dictadura, pero yo no veo ningún puto resultado. Todo, absolutamente todo, se está yendo cada vez más al carajo, ¿no lo ves Ryu?. —

Él no dijo nada, solo se limitaba a ver al suelo triste.

Yo suspiré, joder, me había enojado tanto que estaba perdiendo los estribos.

—Perdón. — Dije tratando de relajarme.

— No te preocupes. — Me dijo tímido. —Yo también siento lo mismo que tú. Pero la diferencia entre tu y yo es...

—La paciencia. — Le interrumpí mientras el asentía y sonreía.

— Bueno. — Se coloco a mí lado. — Sabemos que aquí ya no vamos encontrar nada, así qué, por ahora hay que retirarnos. —

Tenía razón, pero...

— Quisiera quedarme un poco más. —

—¿Uh?. — Me miró extrañado.

— Aún quiero quedarme por sí descubro algo. —

Ryu me miraba no muy convencido, sabía que el menor no me quería dejar solo, ya una vez lo hizo y las cosas no resultaron bien para ambos.

— Estaré bien. No te preocupes. —Le dije.

— Si pasa algo. —Me dijo. —Lo que sea. —Observó como sacaba mi arma. —Avisame, ¿de acuerdo?. —

Asentí.

— Bien. Iré avisar a la jefa. —

— Ten mucho cuidado de regreso. — Le dije.

Después de eso, ambos tomamos caminos separados.

La vida en esta sociedad era una mierda , de hecho, no creo poder llamar esta vida como tal, ya que, me habían sido arrebatadas muchas cosas  que yo amaba.

Una de ellas: mi querida hermana.

Llegué hacía la entrada del drenaje de la ciudad y no dude en adentrarme. Según por lo que he escuchado de rumores y de otras fuentes de información, es que, si busco bien encontraré un pasadizo que me llevara hacia la entrada donde se encuentra el lugar donde se hacen las reuniones con hijo de puta que dirige este país.


*Continuará...

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2021 ⏰

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FUERTE Y FEROZ. [Yami x Yugi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora