Había olvidado ir por Ian, pero no me preocupe al verlo ya en casa. Sentado, viendo televisión comiendo quien sabe qué cosa.
—Hola—Desordene su cabello en forma de saludo.
Siempre hago eso, me gusta que se enfade, luego me pide perdón al decirme cualquier grosería.
— ¿Papá? —Pregunte.
— Con Estefanía— Dijo molesto.
— ¿Qué hace con Estefanía? —Dije molesta.
— ¿Lo que hacen toda pareja? — Dijo irónico.
—Diablos, la odio— Dije.
Se preguntaran quien es Estefanía; la mujercita de mi padre, con la que anda ahora, luego pasar mucho tiempo la muerte de mi madre.
Y me molesta mucho, es caprichosa, siendo que tiene como 38 años y mi padre unos 50. Diablos, esto era tan feo.
Ella hace todo lo posible por no hacerle caso cuando inventa cosas mías, pero hay veces que le cree.
Esta con el evidentemente solo por su dinero, no digo que sea feo, porque no lo es. Pero qué mujer de 28 años andaría con uno de 50. ¿Patético verdad?
—Yo igual— Continúo comiendo, lo que ahora sabía que eran papitas.
Entre directo a mi cuarto, me quite la ropa y me puse lo más cómodo que tenía.
Mire fija el espejo. ¿Qué vio Zayn en mí? Tal vez solo buscaba diversión. No lo sé.
<<Deja de ser tan insegura de ti misma>>- Decía mi intimidante, yo misma.
<<A veces creo que no soy la gran cosa>>
<<Si no lo fueras, el no sería así contigo>>
<<No sé>>
<<Piensa…Él no es con todos como lo es contigo, al estar solos es tierno, al estar en público es seco. Es como si quisiera aparentar otra cosa, siendo verdaderamente tierno por dentro. Tal vez sufrió mucho>>- Y de ahí no hablo más, ósea hablo no, porque no tenía boca, o eso creo. Ya estoy loca.
|Sal, estoy afuera. Abrígate, no volverás muy temprano.| Recibí un mensaje de Zayn.
|Tengo clases mañana|- Respondí.
| ¿Acaso me importa? Tu solo sal| Lo escuche tan serio que pensé que estaba enojado.
Me cambie rápidamente.
Un vaquero color salmón, un blusón grande y arriba la capucha.
—Saldré—Le dije a Ian, este solo levanto la mano asintiendo.
#Zayn
Salió rápidamente de su casa y se acercó a mí. Beso mi mejilla y por fin hablo. Ya hasta pensé que estaba muda por el frio.
—Hola— Saludo acurrucada en su gran capucha.
—Hola, linda— Sonreí, e hice una seña para que subiese a la moto.
…
Pasamos lindo, con ella me siento genial. Ningún beso, pero a pesar de no besarnos, sé que es mía. Lo siento aquí en el pecho.
—Eres mía— Dije sentado en el pasto, a pesar que estaba todo a obscuras, veía sus ojos brillar.
—No soy de nadie— Dijo y rei.
— Claro que sí. Eres mía— Ella no contesto mas nada y siguió mirando la noche.
—Debemos irnos, son la 1:56 de la mañana, mi padre me matara. —Dijo al levantarse, limpiar los restos de pasto de su cola.
<< Veni que yo te limpio>>-Pensé.
Tome las llaves de la moto y partimos a su casa.
#_______
Entre lentamente a casa, recibiría un regaño por parte de mi padre, pero sabía que no sería la gran cosa.
— ¿Dónde estabas? — Sonó la voz enojada de mi padre.
—Sa…salí con un amigo— Dije, este me miraba neutro, nunca me miraba así. ¿Qué era lo que le molestaba tanto?
— Ni quiero pensar que fue lo que hicieron— Yo lo mire atónita, él no era así, menos conmigo, nuca me hablo así. ¿Qué pasaba? Si era una broma era de muy mal gusto.
—Sabes que no soy así— Dije molesta. Al segundo mi mejilla ardió. Mi padre, por primera vez me había golpeado.
—Eres una zorra que todavía lo niega—Las lágrimas no tardaron en salir. A el no le gusta verme llorar, al ver mis lágrimas se calmó e intento hablarme.
—No me toques— Vi cómo se acercaba a abrazarme.
—__...—Lo interrumpí.
—No me toques nunca mas— Escupí molesta. Subí las escaleras y me di vuelta. — ¿quién dijo esa mentira de que yo estaba revolcándome con alguien? —Dije seca.
—No puedo creerlo— Le dije.
Me miró fijamente y volví a decir.
—No puedo creer que le creíste a esa puta que a tu propia hija. —Dije ya llorando como marrana. Era una patética.
—Estefanía dijo que tú le dijiste que te ibas porque te hartaste mío. Y que fuiste al gitana, el boliche que tu decías odiar. —Dijo y la furia lo volvió a invadir.
—Ella no es puta. —Dijo serio.
— Y yo no soy una maldita ZORRA PAPÁ—Grite. Lara apareció media dormida a mi lado. Toco mi mejilla y miro atónita a mi padre. — Soy tu maldita hija— Complete la palabra antes de retirarme a mi habitación. Siendo consiente que Lara venia tras mío.
Lara Cerro la puerta tras de mí.
No paraba de llorar. ¿Qué paso con mi padre? ¿Por qué reacciono así?
Lara tomo mi brazo y me empujo a ella, enredandome en sus brazos en un magnifico abrazo que realmente necesitaba.
—Tranquila…—Susurro y lentamente me fui quedando dormida.
