Capítulo 10.

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Chen Man solo pudo decir unas pocas palabras simples, pero fue más terrible que todas sus pesadillas. Jiang Xichu cerró los ojos y no pudo dormir más.

Chen Man siempre hace lo que dice. Tiene buen temperamento y era fácil hablar con ella, pero era por las pequeñas cosas. Si sucediera algo importante, no importa lo que otros dijeran, ella no cambiaría de opinión.

La respiración de Jiang Xichu era muy ligera. Si no se miraba con atención, ni siquiera podría ver que todavía respiraba. Su respiración se hizo más ligera, los latidos de su corazón se ralentizaron y su cerebro confuso se aclaró gradualmente. No supo cuánto tiempo tomó, incluso el cielo se volvió azul oscuro para indicar que era antes del amanecer. Jiang Xichu abrió los ojos y miró a Chen Man a su lado.

Chen Man se había quedado dormida, la mitad de su rostro estaba pegado a la almohada suave y había varios mechones de cabello esparcidos alrededor de sus orejas. Jiang Xichu extendió cuidadosamente una mano y suavemente tiró de su cabello hacia un lado. Luego, lentamente se acercó y se aferró al costado de Chen Man.

Es tan cálida… .

Jiang Xichu frunció los labios y luego cerró los ojos.

-No importa.

(Lo haré y venceré todos los accidentes. Te mantendré a salvo todo el tiempo. Quédate conmigo y sige viviendo en este mundo Chen Man)

……

Al día siguiente, la presidente Chen y la secretaria Jiang se tomaron un descanso juntas. Nadie sabía lo que hacían.

A las nueve de la mañana, cuando se abrió la puerta, Chen Man y Jiang Xichu aparecieron en una clínica cálida y confortable.

Esta clínica estaba ubicada en el centro de la ciudad. Era una ubicación absolutamente privilegiada, había dos pisos en total. El primer piso fue la sala de recepción y espera familiar y el segundo piso fue la sala de diagnóstico.

Jiang Xichu no concertó una cita, pero el médico conocía a Chen Man desde que era una niña. Este médico era el psicólogo infantil de Chen Man. No era que Chen Man tuviera algún problema psicológico en su juventud, solo era que sus padres querían evitar problemas antes de que sucedieran, por lo que llevaron a Chen Man al médico con regularidad.

El apellido del médico era Liu, tenía 51 años. Si solo miras su rostro, nadie podría decir que tenía 51 años. Porque parecía muy joven, como si tuviera treinta y tantos años.

Chen Man asintió con la cabeza al Dr. Liu y lo saludó, luego cerró la puerta y se fue. Solo el Dr. Liu y Jiang Xichu se quedaron en la enorme sala. Esta última estaba un poco nerviosa. Cuando se sentaron, ella no pudo evitar enderezar la espalda. Para ser honesta, no se sentía enferma. Simplemente se sintió estimulada y mejorará después de un tiempo... ese tiempo. No importa si no iba al médico. Ella vino a ver al médico hoy solo para que Chen Man se sienta cómoda.

El Dr. Liu vio su resistencia y vanidad, pero no dijo nada, solo le sonrió gentilmente.

-¿Qué quieres beber?.

...

Después de dos horas, Jiang Xichu salió de la habitación. El Dr. Liu salió con ella y luego dijo con voz suave:

-Puede esperar un rato, luego hablaré con Chen Man sobre algunas precauciones. No te preocupes, estás en buena forma, no necesitas tomar medicamentos, pero hay algunas cosas que requieren más atención.

Jiang Xichu también sonrió.

-Está bien, eso es problemático.

-Jaja de nada. Esto es lo que debería hacer.

¿Quién movió mis cenizas? [GL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora