Oreo

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Sherlock no era una persona que gastara su tiempo comprando pendejadas, mucho menos ahora que sus jefes le habían metido en una escuela pública por problemas de dinero. Pues al menos tenía la suerte de que estaba en un CBTIS y no un CONALEP, no quería que lo navajearan o todas esas cosas que había escuchado sobre escuelas como esas.

Lo bueno era que él no importaba la escuela, le agradaba andar por ella completamente solo, además no necesitaba hacer amigos, solo faltaban dos semestres y terminaría la preparatoria en este lugar.

"¿No me compras un hielito, guapo?"

Sherlock salió de su tren de pensamientos al notar a una persona a su izquierda, más bien a un wey que era su compañero de clase, se llamaba John Watson, Sherlock jamás le había dado importante en esas semanas que había estado estudiando ahí.

"¿Perdón?" Sherlock le miró confundido analizando a John de arriba hacia abajo y notó que en su mano izquierda sostenía una pequeña nevera roja.

"Que si me compras pa' que venda el último hielito que me queda." John señaló sonriente su nevera y la alzó un poquito.

"O sea ¿Por qué vendes hielo en la escuela?" El joven Holmes preguntó bien sorprendido.

John rió sentándose en el limitado espacio que había en aquella banca y también colocó su nevera en ella, en medio de ellos dos.

"No manches, si sabes que no es hielo ¿no?, son hielitos, bolis, paletas... un hielito pues." John le quitó la tapa a su nevera luego de dar su explicación y tomó el último hielito que le quedaba. "Mira, este es de oreo, traigo de más pero este es el último que me queda ¿no te gustan?"

"No sé qué es eso."

El otro chico le extendió el hielito ya habiéndolo envuelto en una servilleta y Sherlock lo veía como si fuera a morderle.

"Dale pruébalo, seguro te gusta aunque seas estirado." Movió el hielito y Sherlock aun no lo tomaba.

"Perdona, yo no soy estirado."

"Ta' bueno wey, no eres estirado si es lo que dices pero dale agarra el hielito que se va a derretir."

Sherlock solo lo continuó viendo completamente sorprendido y algo ido de toda la situación hasta que al fin decidió hablar de nuevo.

"No te compraré ningún hielito nunca, John Watson."

Hielitos » JohnlockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora