One Shot

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Notas del fic:

NaruSasuNaru

Crackfic / Humor



Los padres de mi novio


—Mis padres quieren conocerte.

Con un golpe seco, Sasuke dejó sobre la mesa el vaso de agua a medio beber y se dobló en dos sacudido por un repentino ataque de tos, con el líquido que llenaba su boca a medio camino entre el esófago y el estómago. Se dio varios golpes en el pecho tomando aire con dificultad antes de lograr mascullar a duras penas aún con el rostro congestionado por los últimos coletazos de tos.

—¿Qué?

—He dicho que...

—Ya sé lo que has dicho, dobe —refutó con su altiva compostura ya recuperada. Miró fijamente el rostro de Naruto, buscando algún gesto de burla o falsedad, no encontrando más que su habitual cara de idiota.

Lo que le dejó algo descolocado y confuso.

—¿Y bien? —dudó Naruto ante la falta de respuesta de su compañero.

Sasuke frunció el ceño, cruzó los brazos a la altura de su pecho y se recargó sobre la mesa de la cocina a sus espaldas.

—Creía que tus padres estaban muertos —dudó.

No era un tema que ellos hubiesen tratado nunca en profundidad, ya que era de sobra conocido por todos en la aldea las circunstancias que rodeaban la muerte del cuarto Hokage y de Uzumaki Kushina, anterior Jinchūriki del Kyuubi.

—Sí, lo están —Naruto asintió con la cabeza efusivamente.

Lo que hizo que la ceja izquierda de Sasuke, su ceja mortal, se alzara progresivamente mientras su boca se torcía en un gesto irritado. En ese caso, esperaba que el idiota no se estuviera refiriendo a ejecutar la técnica prohibida de Orochimaru —Edo Tensei, con la que uno es capaz de resucitar momentáneamente a cualquier persona muerta.

La última vez que Sasuke la ejecutó y del ataúd salió su hermano Itachi desaparecieron cinco campos de entrenamiento de un plumazo.

—Explícate —demandó en un alarde de buena voluntad y paciencia. A malas ya habría ejecutado sellos para cuatro técnicas de fuego diferentes, tres Chidoris y cinco Amateratsu, lágrimas de sangre incluidas. Pero conocía a ese idiota, tanto como para saber que nunca, jamás, en su maldita vida, bromearía con la memoria de sus padres, ni con las de ningún otro difunto.

Que los trajera a colación no podía significar nada bueno.

—Verás —comenzó el rubio con cierta inocencia—, hasta ahora era algo que desconocía, pero recientemente he descubierto que ellos siempre han estado conmigo en todo momento desde que nací.

Sasuke ladeó ligeramente el rostro hacia un lado y lo miró como si el mismísimo Itachi se hubiera materializado de nuevo ante sí.

—De hecho —prosiguió risueño el rubio con cierto aire misterioso—, están aquí ahora mismo. Escuchando esta conversación.

La escrutiñadora mirada de Sasuke se movió rápidamente de un lado al otro, inspeccionando meticulosamente la pequeña cocina del apartamento. Sólo por si por alguna casualidad altamente improbable, Naruto estuviera en lo cierto y sus padres difuntos —convertidos en entes errantes y atormentados— vagaran sin rumbo por toda la casa arrastrando cadenas y sábanas blancas.

Los padres de mi novioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora