—Lo logré —dijo un pecoso en completa soledad sentado en la orilla del mar, apreciando una vista muy hermosa y relajante—. pero porque... cierto, ya recuerdo en momento en el que lo cambie.
[■■■■■■■■■■■■■■■■■]
—Es inevitable —dijo el ojiverde para si mismo
El joven estaba sentado en total paz, toda su ropa destruida a excepción de sus pantalones, cada centímetro del cuello para abajo tenían una cicatriz, aun así nadie podía verlo directamente, después de todo el ya no era humano, el solo observar a su dirección hacia que las personas se postraran en el suelo sin levantar la cabeza, no había excepción , sea quien sea, al intentar verlo, caía, el pecoso era alguien superior
El ojiverde estaba sentado, solo esperando...
Izuku se había ■■■■■■■■■■ ■■ ■■ ■■■■