Mi nombre es Daniel, bueno solía serlo ahora gracias a sierta persona (nótese mi sarcasmo) que cambió toda mi documentación ahora me llamo Karen, todo comenzó en el último mes de universidad cuando yo estaba finalizando mi tesis de informática y gracias a Dios me estaba yendo súper, en ese momento tenía que ir a un salón para una reunión de los alumnos destacados y para eso tenía que pasar por el salón de deportes en la que en este momento estaban practicando las porristas, tenía que pasar por las gradas ya que estaban utilizando toda la cancha no puedo negar que las porristas eran muy sexys pero sería genial que su nivel erótico en sus cuerpos se equipararan a su nivel cerebral, gracias a Dios la capitana era lo suficientemente inteligente pero dos de sus compañeras eran unas Bimbo que sólo les importaba el maquillaje combinar ropa y accesorios y chicos guapos, quizás yo sea muy inteligente y todo pero no tenía el aspecto del típico nerd, estaba en forma y eso es porque practicaba artes marciales en el dojo de mi mejor amigo hasta el punto de volverme cinta negra en kung-fu taekwondo karate aikido y muai Thai, la universidad era de las típicas norteamericanas con esa basura del status Quo que me pasaba por el culo y que los cavernícolas del equipo ocupaban para resaltar su inexistente popularidad, desperdiciaban su tiempo acosando a los nerds y que varios de ellos eran muy amigos míos sobretodo uno de ellos llegó al club chess & shogi con muchos hematomas en el cuerpo, el dolor de los golpes no lo hizo concentrarse y perdió todas sus partidas, en ese momento yo estaba furioso pero gracias al entrenamiento de meditación que incluía las clases de artes marciales pude mantener la compostura y la calma. Contemplé la belleza de la capitana de las porristas y su actitud, tan femenina, tan segura de si misma y capaz de cumplir las cosas que se propone, en ese momento aterricé y estaba justo con la hora y me fuí a la reunión para superdotados, la reunión era aburridisima de hecho el discurso de dos horas del profesor parecía una canción de cuna, y no era el único con somnolencia en el salón hasta que hizo pasar a uno de los alumnos del salón con una extraña máquina que parece que estuviese chorreando una especie de líquido, era una máquina de transferencia de partículas pero parece que tenía muchas fallas de construcción, él hizo pasar a los alumnos diciendo que no era necesario equipo de protección ya que era ciento por ciento segura, yo sólo me encogí de hombros y me acerqué a la extraña máquina que soltó una gota de ácido cerca de mi cuello quemando mi piel, fue bastante doloroso y me dejó una marca de por vida, tendría que vivir con una cicatriz que no se quitaría con nada, y que no se borraría o taparia con nada entonces me encogí de hombros y pensé "ah bueno, ya qué, que se le va a hacer" luego en la sala irrumpió la capitana de las porristas por un suplemento para los entrenamientos que el profesor orador sabía dónde estaban, yo estaba bastante cerca de la máquina y la chica estaba un poco más lejos pero de espaldas hacia la máquina hablando con el profesor, yo simplemente estaba atontado con su belleza al punto que no me estaba dando cuenta de que ese cacharro mal construido estaba fallando terriblemente, a excepción de ella y yo el resto arrancó para ponerse a salvo y la máquina antes de descomponerse por completo nos dió una descarga a mí y a mí compañera tan fuerte que nos dejó inconsciente a ambos. Estuvimos 2 meses enteros en coma. Cuando desperté estaba en una habitación que obviamente no era la mía, era muy femenina de hecho, demasiado rosa para mí gusto, yo era el típico Otaku obsesionado con el anime, tenía mis figuras y pósters pero aquí solo veía rosa, un tocador un armario muebles y un espejo de cuerpo completo, cuando me paré noté que mi centro de gravedad había cambiado me miré al espejo y no podía creerlo, estaba en el cuerpo de la capitana de las porristas, ahora eso explicaba muchas cosas lo que según la lógica ella estaba en mi cuerpo, tenía un mal presentimiento de eso a lo que una mujer en sus 40 entro a mi habitación y con una mano en la boca de asombro corrió a abrazarme: "Carito hija mía creí que no despertarias nunca ven, baja, tu padre y tú hermano te esperan para el desayuno" Yo solo respondí con un "¿Gracias?" Con cara de póker, simplemente me encogí de hombros y bajé en la pijama, bueno, era curioso que una chica muy sexy y femenina como ella utilizará una pijama lejos de ser sexy, estaba más inclinado al lado de lindo, un poleron y pantalón de polar increíblemente cálidos y cómodos, me miré otra vez al espejo de cuerpo completo y el cabellos estaba ya hecho un desastre y me tapaba toda la cara, así que sólo me lo amarre como cola de caballo para que no me molestara mientras comía. Durante el desayuno como era de esperarse mis hábitos masculinos se hacían notar y empecé a comer como espartano no sólo por costumbre sino por hambre a causa del coma. Obviamente se me quedaron mirando con cara de asombro de como una chica tan femenina al punto de tener un cuarto sumamente rosa empezara a comer como cavernícola, mi mamá (la mamá de ella quiero decir) se asombro al punto de soltar su cuchara. Cuando estaba al punto de hacer un comentario escuché el celular de ella con un tono músical que me suponía, con el "If you wanna be my lover" de las spyce girls con un poco de fastidio por qué no iba con mi onda musical obtuve una llamada del bastardo que hizo la máquina de reunirme con él en la escuela esa misma tarde a las 5 yo sólo dije "ok" muy secamente dejando en claro mi frustración. Di las gracias por la comida y subí a la habitación de ella a sentarme y pensar un poco. Después esa misma tarde ví que ponerme en el armario y la mayoría era ropa muy promiscua hasta que vi una caja que decía "no abrir por nada en el mundo" y obviamente la curiosidad me venció y la abrí, no podía creerlo ella era una Otaku? Que la habrá hecho cambiar, y vi una polera de Hatsune Miku de edición limitada hecha a su medida que ni siquiera yo pude conseguir, me la coloqué, me puse la minifalda que estaba en la caja y las medias de gatito, no iba a mentir, era el sueño de cualquier Otaku y lo estaba disfrutando, luego vi otra caja que decía "si lo abres y mato" y como era de esperarse la abrí de todos modos, eran unas manoletinas violetas muy femeninas y me las coloqué, salí así a la calle y me dirigí hasta la escuela directo a la sala donde está ese tipo y mi cuerpo, cuando me vió abrió los ojos como platos y sólo pudo soltar un "¡Que mierda estás vistiendo!" Y yo sólo respondí con un "Lo dices tú que te estás vistiendo como un maricon" En serio la ropa que estaba utilizando encajaba más para una marcha gay, una polera rosa ajustada, pantalones blancos ajustados y manoletinas, las mismas que estaba usando, no podía creer que me diera asco verme a mí mismo vestido como un troll pero que se le va a hacer, ya pensaré en algo de cómo reparar ese daño cuando vuelva a mi cuerpo luego de unos minutos el empezó a hablar y la cosa fue muy desalentadora, le tomaría mucho tiempo arreglar esa máquina quizás muchos años y ella llorando dijo que no podía vivir como un hombre, y lo peor de todo me dijo que pagaría caro por abrir las cajas que no debía haber abierto aunque no le tomé importancia (que graso error) luego, dijo que como pasaría de vivir como hombre iba a arreglar ese detalle, yo pensé que estaba sólo haciendo chamullo y me fui dejando en claro que sí no hacía algo yo mismo lo dejaría en el hospital y el con una cara de miedo conociéndome perfectamente en como soy cuando me enojo empezó a trabajar duro en arreglar esa dichosa máquina, yo me fui y tuve que aprender a vivir en el cuerpo de ella desconociendo lo que ella iba a hacer con mi cuerpo. Viví con el nombre de Carolina durante unos extenuantes 5 años al punto de que sus manerismos empezaron a ser parte de mi persona, un día en el que estaba terminando el turno en una tienda de conveniencia (no he podido trabajar en lo que había estudiado debido a que esos documentos pertenecen a mí cuerpo) recibí una llamada del tipo que hizo la mañana diciendo que la había reparado y dijo que nos juntaríamos en una cancha de básquet alejada de la ciudad y a la vez de los suburbios y nos juntaríamos allí durante la noche, y que de alguna manera se pudo contactar con mi cuerpo. En esa noche yo vestía bucaneras de tacón alto, jeans ajustados, un Jersey de lana con una chaqueta de piel sintética bastante cálida, obviamente toda la ropa que vestía era ajustada al cuerpo ropa de la que ya me acostumbré, cuando estábamos esperando a mí cuerpo se nos acercó una mujer rubia de un cuerpo de infarto, vestía tacones rojos una falda entallada como de oficina, unas pantys negras de encaje con diseño de flor y una blusa muy femenina de color rosa, al parecer esa ropa era cálida ya que parecía no tener frío y dijo con una voz bastante femenina "¿Empezamos?" Dijo que era Carolina y que como no podía soportar vivir en el cuerpo de un hombre se encargó de eso y se hizo un tratamiento hormonal o sea que sus tetas obviamente eran 100% naturales mi cuerpo en el que he trabajado tanto tiempo para defenderme de los abusones ahora parecía una mujer de verdad con esas uñas con diseño de flor ese maquillaje ligero con esos labios rojos y el cabello tomado con un moño formal. Dijo algo que me dolió, que cambió todos los documentos después de la cirugía de reasignación de sexo, que ya no era más Daniel, ahora era Karen, legalmente una mujer y después me dijo al oído "Te dije que la pagarías caro" o sea estaba condenado a vivir con una vagina por el resto de mi vida. El chico hizo funcionar la máquina y después de media hora de aturdimiento volví a mí cuerpo, era inconfundible porque estaba la marca de quemadura de aceite en mi cuello. Cuando ella despertó me dijo que me tenía una sorpresa en mi habitación, al parecer todavía vivía con mis padres y que fue muy hilarante la cara que pusieron cuando les dijo que quería ser mujer, que iba a hacerme una terapia hormonal y el cambio legal de nombre, de Daniel Alejandro a Karen Elizabeth y la primera vez que me vieron como una mujer completa la mamá se desmayó. Yo estaba molesto no quería verla nunca más así que sólo me fuí a casa y cuando llegué mis padres me saludaron como siempre, al vivir en el cuerpo de Carolina durante esos 5 años me acostumbré a usar tacones y era como si siempre los estuviera usando, llegué a lo que sería mi habitación y no podía creerlo, todas mis cosas fueron reemplazadas, cama con orejas de conejo un tocador con muchos artículos de estética. Un ropero rosa pastel y cuando lo abrí sólo habían vestidos, nada de trajes nada de nada, era literalmente una entrada a la feminidad. Los cajones de los otros muebles contenían lencería, faldas, blusas y pantalones ajustados, ropa deportiva obviamente de mujer y ajustada, y en los más pequeños estaba el calzado, la inmensa mayoría del calzado eran tacones, como si no tuviera suficiente, habían dos pares de manoletinas, dos pares de zapatos escolares tipo Mary Jane un par rosa claro y el otro par negro y sandalias para el baño. Luego me fijé en un cartel que decía "Bienvenida a la feminidad Karencita, espero que disfrutes tu nueva vida como mujer" y el emoji de una carita lanzando un beso. Estaba cabreadisimo, al parecer ella estaba trabajando de secretaria, en una empresa pequeña, mañana mismo renunciaré y empezaré a trabajar en lo que estudié, los documentos originales, cambio de nombre y esas cosas, eso de tener que vivir con mi cuerpo modificado ya es un suplicio. Busqué un pijama para colocarme y sólo habían babydoll, rosa y celeste, me desvesti y me coloqué el celeste, me acosté y me dormí.

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Viviendo forzosamente como una mujer trans
General FictionDespués de un extraño suceso en la que Daniel cambió de cuerpo con la más femenina mujer del campus justo en la graduación, tuvo que empezar a vivir como ella en su cuerpo, 5 años después le avisaron que encontraron un método para volver a su antigu...