La verdad

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Estaba muy decidido, hoy le contaría la verdad a mí jefa, que la que creía que era su amiga no era en realidad la verdadera persona sino una demente que la estaba utilizando y que gracias a un accidente terminó cambiándole la vida a un joven que no se lo merecía así que hice las actividades rutinarias, con este cuerpo de mujer ya me estaba tomando mi tiempo, a diferencia del cuerpo de hombre (lo extraño demasiado, tanto que me deprimo con facilidad, extraño mis músculos que gracias a ellos podía realizar trabajos de fuerza, ahora eso disminuyó gracias a la pérdida de musculatura) el cuerpo de una mujer necesita mucho cuidado, obviamente las dos cosas que estoy conservando como último rastro de hombría es la marca cerca de mi hombro resultado de la quemadura de un líquido corrosivo y mi personalidad que no se vió muy afectada. Me puse los tacones de los que ya me acostumbré, la falda que era sugestivamente corta, mi blusa abotonada y el claro contraste de mi busto, era totalmente un bonbomzote que hasta me excitaba el mirarme al espejo, a pesar de tener ya un cuerpo que es capaz de dar a luz. los hombres siguen sin atraerme, mi orientación sexual no ha cambiado y nunca cambiará aunque ya no pueda volver a ser hombre. Mi cabellera larga siempre le hago una cola de caballo ya que así no me molesta la visión. Los aretes los uso sólo por ser parte del uniforme porque si no los uso la jefa me va a obligar a ponermelos. Tomé mi mochila con los documentos y con la carta de Carolina en el bolsillo de mi chaqueta que por cierto también era ajustada al cuerpo. Llegué a la empresa y marqué mi hora de entrada, me fuí a los camarines femeninos y me puse mi uniforme que consistía en un chaleco rosa pálido con dos botones que hace relucir el busto y además no tiene mangas y una mini falda entallada del mismo color, me los coloqué y me fui a mi oficina a lo que como era de costumbre la jefa me venía a saludar, me trataba como una mujer, me hablaba de cosas de interés para las mujeres hasta me hablaba en femenino a lo que le pedí respetuosamente que parara y me dejara explicar algo importante, viendo que yo no me reía y hablaba ella se dio cuenta de que era algo muy importante a lo que le dije: "Querida jefa agradezco que su actitud cálida evitará que yo renunciara a este trabajo pero le diré la verdad, hace tiempo estaba por terminar mis estudios universitarios y en cierta ocasión tenía que ir a una reunión sobre la máquina de un joven que por cierto había hecho mal la máquina, vi que la máquina estaba mal armada y a punto de cometer un desastre, yo me acerque a la máquina hasta que soltó una pequeña gota de material tóxico que fue suficiente para quemarme, luego Carolina entró para hablar sobre la ubicación de algunos objetos y cuando el profesor a cargo iba a ayudarla, la máquina empezó a hacer ruidos raros para luego explotar, donde los más afectados somos Carolina y yo, caímos inconsciente y pasamos su tiempo en un hospital para luego ir a casa donde desperté, obviamente no era mi habitación y lo increíble pasó, resultado cambie de cuerpo y no pude volver al mío durante años hasta que cuando tuve la oportunidad de cambiar cuerpos ella lo había feminizado hasta la médula dejándome atrapado en la feminidad además que ella sólo actuaba, se hacía pasar por tu amiga para triplicar en sueldo y que estaba siendo usada luego después de mostrarle la carta que contenía fotos de los cambios graduales que obtenía gracias a la hormonizacion, ya sea la redistribución de grasa y la pérdida de musculatura además del crecimiento del busto, le entregué la carta escrita por Carolina para que se enterara de la verdad, después de leerla se puso a llorar a lo que preferí dejarla sola unos momentos, yo estaba angustiado y esa personalidad infantil y despreocupada me cautivaba, así que solo esperé hasta que se calmara, cuando la jefa dejó de llorar aún no podía creerlo pero al ver mi verdadera personalidad se alegró un poco y dijo que me ayudaría a hacer que esa chica pagara bien caro, su empresa era pequeña pero eso no significaba que no tenía contactos o que no tenía dinero, era la jefa después de todo así que dinero y poder le sobraban, aunque dijo algo que me llegó como una patada en las bolas cuando aún las tenía, que si me hubiese conocido de antes entonces ella se habría enamorado de mí, bueno fue doloroso pero hay que soportarlo, primero decidimos cuál sería su castigo a lo que sugerí que fuera mi sirvienta personal sometida a una faloplastia, que tenia que usar ropa de la más geek y Otaku que pueda tener y que también estaría a disposición de la jefa cuanto quisiera, aunque techo y comida no le iban a faltar trabajaría gratis, no se le iba a pagar niun centavo, que las órdenes serían absolutas y que no podría negarse, luego ideamos un plan para que ella cayera en una trampa que la dejaría en un aprieto a lo que suplicaría ayuda a la jefa y a mí y que la condición sería esa, ella se encariño tanto conmigo que me despidió, que dejaría  de ser su secretaria y que sería su socia, y que la empresa estaría a cargo de los dos, yo se lo agradecí mucho y que si necesitaba salir que sería libre de todo, a lo cual la jefa llamó a otra señorita como su secretaria. Al terminar el turno me saqué el uniforme y me puse mi otra ropa, el uniforme de lo devolví a la encargada de la ropa para decirle que me habían ascendido, la señora de la ropa me felicitó y me deseó lo mejor de todo. Iba camino a mi casa cuando se me acercó un tipo que quería robarme y pensó que era una chica indefensa, pero como era de esperarse me defendí y lo dejé en el suelo con un brazo roto y pisando su entrepierna con la punta del tacón me fui a casa. Al llegar le conté a mis padres lo que había hecho y lo que haríamos si logramos hacer que el plan funcione, ellos me felicitaron por mi ascenso y por no rendirme hasta hacer que esa chica pagué del daño que me provocó, también les dije que me había enamorado de la jefa pero que ese amor no se consumiría por mi estado actual ellos me animaron y luego de eso me fui a dormir, al día siguiente hablé con la jefa para que me acompañara al centro comercial para comprar cosa a mi habitación y hacerla menos rosada, aunque seguiría vistiendo ropa femenina mi habitación geek Otaku volvería a la vida como antes así que lo primero que hice fue reemplazar el rosa de mi habitación por azul y verde, los pósters de niña y idols como BTS y esa mierda ni siquiera me moleste en venderla porque no haría niuno así que las bote, mi cama de conejo la cambié a una cama normal al igual que la alfombra, el tocador con el maquillaje lo tuve que dejar al igual que el espejo de cuerpo completo, con el paso de los días pude recuperar mis pósters, mis cartas, mis figuras y mis videojuegos, después se me vino a la mente algo que no se me había ocurrido, como me convirtieron en una preciosidad pensé en sacar provecho de eso para realizar cosplay, y en verdad lo hice, hice cosplay de Evergreen de Fairy Tail, hice cosplay de Karen del alto mando de johto en Pokémon y también de Olivia, la asistente del señor Rose de Pokémon, los atuendos me quedaban como anillo al dedo. Mientras pasaban los días mis ingresos aumentaban y me hacía más adinerado hasta tener el lujo de comprarme un vehículo, un Toyota Yaris tipo sedan del 2008, usado pero en buen estado, sin fallas y que corría como nunca, y aprovechaba de sacar de paseo a mis padres y tener salidas con la jefa. Aunque los manerismos femeninos se me notaban (menos que antes pero igual era involuntario) como el movimiento de las manos y los dedos al hablar, el cruce de piernas al sentarse, el estirarse y el caminar eran netamente femeninos pero cuando jugaba soccer o practicaba artes marciales era como si fuese yo antes de cambiar de género. Mi papá estaba feliz porque podía practicar soccer con él otra vez, cuando Carolina estaba en mi cuerpo siempre se negaba porque decía que era tonto, peligroso y que no era un deporte fino para una dama de clase como ella, lo decía de la manera más femenina posible incluso lo hacía antes del tratamiento de reemplazo hormonal, cuando me enteré se me puso la cara roja de vergüenza, a papá no le importó, sólo dijo que al menos si hijo estaba de vuelta. No podía utilizar ropa de hombre porque me lastimaba la piel, era demasiado sensible así que me resigne en la ropa de mujer, estaba condenado a las faldas y vestidos y tacones y medias y sujetadores y bragas, la ropa de mujer es increíblemente cómoda debo de admitirlo pero me sentía más a gusto con mi ropa de varón. Hasta que un día recibí una llamada, era de un número desconocido, contesté y era un tipo que quería una cita conmigo, porque el otro día en el mall nos dio su número y que lo que pasará después iba a mi imaginación, yo pensé que fue obra de Carolina mientras aún estaba en mi cuerpo, debió ser cuando se perforó las orejas y se hizo la manicure y pedicure y que se había puesto sandalias de tacón solo para exhibir las uñas pintadas de los pies, me enojé cuando lo recordé así que sin más que hacer solo colgué pero el problema fue que recibía llamadas por lo mismo así que tuve que silenciarlo, Me saqué los tacones mi blusa escotada y mi falda quedando solo en ropa interior, me sentí libre así que dormí como estaba aunque aún no me acostumbro a mi nuevo busto, en la noche era todo un problema pero confío en mis habilidades de adaptación, luego simplemente se fue a dormir

Viviendo forzosamente como una mujer transDonde viven las historias. Descúbrelo ahora