CAPÍTULO IV

562 26 8
                                    

"5 horas más tarde. "

Eran las 15:00 y seguíamos esperando a que llegase Pablo. Habíamos comido en los bancos que hay en la estación. Los de la estación nos habían dicho que el tren estaba por llegar. Estábamos todas impacientes. ¡Que ganas de verle!

De repente, avisaron que llegaba un tren de Sevilla con destinación a Madrid y supimos enseguida que era el suyo. Todas nos pusimos en la entrada a esperarle, cuando de repente empezó a llegar más gente de la prevista.

¿Como se habrían enterado? Decidí saberlo metiéndome en twitter.

@SoloPabloAlboran: Esperando en la estación de atocha a que llegue Pablo! ¡Que nervios! 50 FAV 64 RT

¡Que rabia me dio leer eso! ¿Porque tienen que ponerlo en Twitter?

En ese preciso momento, levanté la vista y pude ver a la persona que tanto tiempo estaba esperando. ¡Por fin veía a Pablo en persona! Pero aún estaba lejos para que el pudiera verme, así que decidí acercarme más.

-¡Pablo! ¡Pablo!- gritaba como una loca.

El estaba firmando un disco cuando levantó la mirada y me sonrió.

En ese momento morí de amor.

Grecia había conseguido sacarse la foto pero yo seguía intentándolo.

-Por favor chicas, dejadme pasar, por favor. Necesito abrazarle y darle las gracias, por favor.- decía desesperada porque veía que no podría hablar con él.

Rafa, su segurata, le dijo que se tenía que ir y yo empecé a llorar y a ponerme más nerviosa. ¡No era justo! Llevaba horas esperándole y ahora no podría tener la foto que tanto deseaba.

Al final me metí entre la gente y conseguí llegar a donde estaba él. 

-Hola Pablo, soy de Vigo.-dije entusiasmada.

Me miró, me sonrió y me firmó el disco.

Cogí rápidamente mi cámara pero con lo nerviosa que estaba en vez de la cámara de fotos puse la cámara para grabar un vídeo.

¡Que vergüenza pasé!

Paré el vídeo cuando llevaba unos segundos porque la gente no paraban de moverse para poder llegar hasta donde estaba él.

Me cogí con Grecia del brazo y nos fuimos... Pero justo cuando me di la media vuelta para irme, empecé a escuchar unos gritos.

-¡Eh, la de Vigo!¡La de Vigo!- gritó alguien.

Me di la vuelta y me sorprendí de quién me llamaba, porque sí, era él, era Pablo. Me quedé en shock.

-¿Dónde está la de Vigo?- dijo mirando por todas partes.

Mi amiga me empujó y fui caminando hasta donde estaba.

-Dame un besito, amor.-me dijo con una sonrisa.

En ese preciso instante de mi boca salió la sonrisa más bella y verdadera de mi vida y lágrimas de felicidad. Pablo es tan especial y que me haya llamado él es algo increíble.

Le di dos besos y ese abrazo que tanto necesitaba. Le dije: "Gracias por tanto, te quiero." y me apretó más a él. 

Cuando nos dejamos de abrazar, él se fue con Rafa y yo me fui con Grecia.

Las dos acabamos llorando y abrazándonos, había sido el mejor día de mi vida.

Historias de una AlboranistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora