Capítulo 5

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-¿Hola? ¿Están ustedes dos putos elfos de navidad debajo del muérdago o es seguro entrar?

Al oír la voz de Niall, Harry asomó la cabeza por la puerta de la cocina con una amplia sonrisa y lo vió cerrar la puerta con una patada de su pie haciendo equilibrios con la cantidad de regalos en sus brazos. Rodando sus ojos, se echó a reír a carcajadas. – Bonito traje. ¿Has tenido que sostener una taza y hacer algo de dinero por el camino otra vez?

Niall levantó la barbilla con un arrogante olfateo, dejó sus paquetes y se quitó la bufanda a rayas roja y blanca de punto. Su chaqueta de color rojo brillante fue la siguiente. – Voy a tener que decirte que he recibido más de un elogio por el camino otra vez. Es navidad, Harry, - dijo por encima del hombro mientras colgaba su preciado abrigo en una percha. – Ahora que... bueno, te pareces a la parca toda vestida de negro.

Lo que tenía planeado replicar se perdió cuando soltó una carcajada incontrolada, cuando Niall se volvió. El hombre llevaba un suéter blanco bordado con Santa y numerosos elfos en la parte delantera. Campanas pequeñas cosidas en su lugar encima de cada uno de los sombreros en punta de los elfos. - ¿Dónde demonios has encontrado ese suéter?.-Sacudió la cabeza cuando se encontró con Niall en el centro de la habitación y le dio la bienvenida con un abrazo. El rubio llegó con el conjunto de fiestas extravagantes. – No, espera. No quiero no saberlo. Feliz Navidad.

Niall lo encerró dentro de un apretado abrazo. – Feliz Navidad para ti. No puedo agradeceros lo suficiente por la invitación. ¿Está Gemma ya aquí?

La mente de Harry inmediatamente imaginó la forma redondeada de su hermana por el embarazo. Serían tan solo unos días ahora hasta el nacimiento. – Ella está de camino. Vamos, Louis está en la cocina.

Niall cerró los ojos y respiró profundo. - ¡Dios mío!, aquí huele a restaurante de cinco estrellas.

Se cogieron del brazo y se encaminaron hacia la cocina para encontrar a Louis agachado en frente del horno abierto, rociando el pavo. Miró hacia arriba con gesto amistoso. – Hey, Niall. – Sus ojos se deslizaron a través del jersey y se rió entre dientes. – Feliz Navidad. ¿Has aparcado tu trineo fuera?

-Bueno, la verdad. – Niall sonrió.– Aquí fui yo a comprar algo festivo para las fiestas y todo lo que vosotros dos podéis hacer es reíros. Personalmente me encanta.

Louis se levantó, cerró la puerta del horno y le dio un beso en señal de bienvenida. – Se ve perfecto... para ti.- Palmeando el delgado vientre del hombre, se echó a reír otra vez. – Por el momento he terminado con esta mina de oro, puedes completar ese suéter con alguna antigua pieza de Santa.

Niall tomó la copa de vino ofrecida por Harry y se sacudió lejos la mano de Louis. – Eso es todo lo que necesito. Es lo suficientemente duro tratar de encontrar algo que ponerme, incluso para alguien que se ve tan bien como yo.

Harry rodó los ojos una segunda vez y volvió a llenar la copa de vino de Louis justo cuando la puerta se abrió de nuevo. – Esa debe ser Gems.

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Los hombres terminaron de limpiar los platos, insistiendo en que una Gemma muy embarazada permaneciera sentada. Se sintió la reina con toda la adulación y atención que le prodigaron a lo largo de la elegante cena de Navidad. Ahora ella esperaba en la sala de estar en una silla acolchada junto al árbol bellamente decorado.

El año próximo en esta época, cuatro de ellos se convertirían en cinco. Su mano se desplazó con amor sobre su vientre hinchado cuando el bebé dio una patada. Ciertamente un grupo raro era su pequeño grupo. Casi se sentía culpable. Si no fuera por su avanzado estado, Louis y Harry habrían viajado al norte del estado a la casa familiar del ojiazul. En su lugar, habían enviado por correo sus regalos, diciendo a la familia de Louis que se negaban a abandonarla cuando estaba tan cercana su fecha de parto.

Perfecting Styles (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora