"Patito, No es fea"

2.- La entrada

Apresurada me bajo del bus Provincial y ya sin donde ver la hora adivino que es tarde...

Miro la dirección y parece que había encontrado mi sede de estudio. Me asombra la magnitud del lugar jamás espere llegar a estar en un lugar tan hermoso tres pisos componían esa sinfonía de perfección, en la entrada principal unas enormes letras formaban "Westhill" parecía una postal de aquellas que sólo se ven en libros de historia...

Jamás pensé que ser la mejor alumna toda mi vida me daría una recompensa tan grande...

Al ingresar por la enorme recepción me da escalofríos sentía como muchos ojos se posaban sobre mi ... Por algún motivo todos sabían que yo no era como ellos... Me sentí aterrorizada tan sólo en pensar como me miraría la clase, pensé en por que no desperté antes y así haber llegado temprano a sumergirme en el fondo de la clase ....

-Señorita Patricia Moncada? Es usted?- giró rápidamente al ver a una señora muy bien vestida y arreglada.

-Buen día! Si!- digo algo asustada, pero no menos entusiasta al ver que alguien me conocía en aquel lugar.

-Soy la Directora Glianda, Bienvenida! Eres la única becada que no llegaba. Te acompañare a tu sala-

Al caminar con ella me sentía con algo de seguridad pero entre más avanzaba por ese lugar, Más enorme me parecía con sus cristales y estructura imponente.

-Llegamos- dijo la mujer con una voz solemne. Realizó un gesto técnico por la ventana superior de la puerta.

Se acercó un sujeto igualmente bien vestido pero algo más amigable. Me mira con una amplia sonrisa y me invita a pasar . Al entrar en aquella sala mis piernas temblaron.

-Jóvenes. Atención! Les presentó a su nueva compañera. Patricia Mondaca-

Escucho murmullos pero no logró entenderlos, sólo sentía que se burlaban de mi, No me atrevía a mirarlos me senté rápidamente en el primer puesto que vi junto a el una hermosa chica de cabello dorado, maquillaje perfecto y piel bronceada, al mirarme y verme a su lado su cara se desfiguro de aquella sonrisa de revista vi una mueca y una expresión de asco... Mire al pupitre con vergüenza mientras escuche como se paraba y se alejaba.

Los minutos siguiente nada cambió, realmente no era lo que soñaba lo que por noches me desvelaba.