· ° · Segundo. ❅

399 51 0
                                    

— Dime

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Dime.

— Yo... Él ya se iba a ir, ¿Puedo acompañarte? — dijo con ojos de cachorro. Mi pobre corazón no pudo resistirlo.

— Bien...

Cayó una hoja encima de mi menor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cayó una hoja encima de mi menor.

—  Oh mira, espera, quédate quieta.— ella se acercó y yo me agaché suavemente mientras quitaba la hoja. La miré y sus ojitos brillaban.

— Gracias, Mina.— me sonrió y le devolví el gesto.

— En fin... ¿Vamos a comprarte un batido de fresas caliente entre salsa de chocolate? — le propuse mientras caminábamos. El frío era inmenso, así podríamos calentarnos un poco.

— ¿Lo recuerdas? — Abrió su boca ligeramente.

— ¿Por qué lo olvidaría? Recuerda que siempre salíamos los viernes a la media noche a caminar por el puente de Seúl mientras yo tomaba café con chocolate y tú ese batido. A esa hora todo estaba solo y tranquilo... —  Dije sin pensarlo. Mis mejillas se tornaron rojas. Hacíamos eso cuando éramos pareja

— Vaya... — dijo mirando el suelo.

— O-Oh, sí. Am... Salíamos a ésa hora para que nadie nos pudiera molestar ni reconocer.

— Sí, también lo recuerdo...— empezó a jugar con sus manos.

— Sí... Bueno. — no quería ponerla triste y mucho menos volver esto incómodo o demasiado sentimental. — Vamos por ése batido y terminamos de comprar unas cosas para mi familia y ray, ¿sí?

— Bueno, vamos.

Luego de un tiempo de compras y varias elecciones, estábamos caminando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Luego de un tiempo de compras y varias elecciones, estábamos caminando. Yo estaba apunto de preguntarle si aún pensaba en mí como algo más.

— Oye...— Miré a mi contraria. 

— ¿Sí? — me miró atenta. — Oh, espera.— Sacó su celular que estaba vibrando... Yo hice una mueca en desacuerdo pero Chaeyoung parecía más concentrada en ése tonto aparato que en mí. — Oh, hola... Sí, sigo con ella. Claro, puedes recogerme, nos vemos. 

— ¿Quién era?

— Mi novio...—Sentí una pesadez. 

— Ah... ¿Ya viene? — Ella asintió terminando de tomar su bebida. — Ojalá los regalos le gusten a todos.— miré mis bolsas. 

— Claro que sí, son hermosos regalos.— Yo ya le había comprado a Chaeyoung su regalo, era una tabla gráfica de dibujo con dulces de fresas y una camisa para que ella pueda decorarla a su gusto, seguramente le encantaría. 

— Gracias...— Dije bajando mi cabeza. Hubo un momento de silencio rotundo hasta que volví a subir mis ojos encontrándome con ese mar chocolatoso, me acerqué suavemente. — Chae yo...

— Hola, ¿Nos vamos? — Habló su novio. En ése momento vi como se alejaba para subirse al carro. Me miró antes. 

— Adiós, Mina-unnie.— Me sonrió. 

— Adiós...

Me decidí sentar en una banca solitaria en el parque, el frío era increíble

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Me decidí sentar en una banca solitaria en el parque, el frío era increíble. Ya estaba anocheciendo así que miré las estrellas y pedí un deseo. 

No me importa si Santa Claus existe o no... Yo sólo quería un deseo, un regalo. 

Cerré mis ojos como cual niño temeroso y deseé con profundidad. Sentí tanta ansiedad que una lagrima rodó por mi mejilla. Si no se cumplía, estaría igualmente feliz si mi pequeña Chaeyoung, era feliz. 

Mientras iba caminando, veía las luces navideñas. Veía familias y personas de compras con sus extravagantes trajes, abrigos e inclusive habían personas con gorros y bufandas. Entonces vi un copo de nieve, se suponía que aún no nevaba, de hecho, no estaba nevando pero era uno solitario. 

Entonces recordé ese día que estábamos haciendo un Vlive, sí, los shippers enloquecieron pero en ése momento no nos importó los haters o los viewers... sólo nosotras. Los nervios que me dieron cuando me atreví a preguntar si ella estaba enamorada de mí y dijo que sí, mi sonrisa era incontrolable, luego dijo que no podía hacer eso... Claro que no, ni yo, pero el corazón no se manda. Una idea se vino a mi mente y entonces lo supe.

Sabía que era la única manera de saber si al menos siente algo aún... le haré recordar, si ella cede, seré increíblemente feliz, si no lo hace... bueno, lo respetaré con todo mi corazón.

 bueno, lo respetaré con todo mi corazón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Anónima.

❝Mi regalo ❞ | ୨ Michaeng.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora