Presente: Reino de olindria.
-Llegamos - Dijo Ender mientras se desmontaba de su caballo.
¡Nahiara se quedó unos momentos observando todo a su alrededor, las grandes puertas del castillo de Olindria! Solo esas podrían ser, Estaba totalmente segura de que se encontraba en el reino, a pesar de que solo había escuchado historias, no podía ignorar que se sentía algo extraña al verlo en persona, como si no fuese la primera vez.
-Vamos - Ordenó Ender invitándola a bajar del caballo.
Nahiara se desmontó de un salto mientras sostenía las grandes prendas que tapaban su cuerpo desnudo. Odiaba sentirse así, gobernada.
Su corazón latía frenéticamente y sabía que él no estaba ajeno de aquello, él también lo sentía latir junto al suyo.
Encontrar a tu mate es algo digno de celebración o eso dicen.
Ender tomó a Nahiara por un brazo con firmeza, llevándola consigo para que no escapase. Entraron por las grandes puertas, encontrándose con dos filas de sirvientes que les daban la bienvenida con una reverencia.
Ender asintió en forma de saludo y se apresuró a llevar a Nahiara a su recámara para que se vistiese. Su madre, la reina, estaba de viaje desde hace unos días y volvería en unas semanas antes de la coronación, según le habían informado.
Por una parte, Ender se sentía emocionado, tener a su mate justo en el tiempo de su coronación como nuevo Rey Alfa, era digno de admirar, su gente estaría eufórica, ¡su familia estaría orgullosa! Todos excepto Nahiara.
Nahiara
Quiero saber todo sobre ella -pensó
-Te traeré algo de ropa, espera aquí -Dijo Ender mientras dejaba encerrada a Nahiara en la recámara.
Nahiara se dio la vuelta examinando todo el lugar, las finas y costosas cortinas adornaban el gran ventanal reforzado con barrotes de hierro, no era lo que esperaba, pero quizás podría hacer algo para huir.
Pero lo difícil no era buscar una salida, sino escapar de la autoridad de su Alfa, era todo un reto, uno que pondría aprueba al intentar violar su orden.
Nahiara se dirigió sus manos a los barrotes lentamente, agarró con fuerza, haciendo que sus nudillos se tornaran blancos, pero ahí estaba, ese sentimiento, esas palabras en su mente palpitando, recordándole que no podría desobedecerle.
Era frustrante y horrible, un sentimiento de repugnancia, quería vomitar, se repudiaba así misma por ser tan inútil, por dejar que la inutilizaran. Ignoro esa voz en su cabeza y grito llena de rabia, mientras que debajo de sus manos temblorosas los barrotes se rendían poco a poco ante su gran esfuerzo.
Costaba, costaba bastante concentrarse, era como si aprendiese a caminar otra vez, ya que en algún momento caería.
-Es inútil... Te harás daño -Dijo Ender mientras cerraba la puerta detrás de él.
Ender vio como la chica aún no se rendía
Y sintió como su corazón se encogía. ¿Por qué le era tan difícil aceptarlo?-Dime Nahiara... ¿Por qué es tan difícil aceptarme? - Preguntó con pesadez.
Nahiara aún mantenían sus manos en los barrotes, su cabeza gacha hacía que sus largos cabellos escondiesen su rostro.
-Si me explicas, entenderé, te daré todo el tiempo que necesites.
Nahiara se dio vuelta enojada y lo encaró con firmeza -¡Entonces déjame ir!- dijo con rabia.
Ender la observó decidida y eso lo hirió aún más ¿Cómo es que no puede sentir?
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Nahiara
WerewolfDespués de estar perdida en su forma de loba durante un tiempo que pareció eterno, Nahiara emerge con fragmentos de recuerdos y una determinación férrea: descubrir la verdad detrás de su misteriosa transformación y vengar a su gente de aquellos que...