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La banda tiene un descanso de una semana entre la etapa europea y estadounidense de la gira, y mientras se acercaba, Louis se dijo a sí mismo que era algo bueno. Tal vez no sería terrible tener algo de espacio, algo de perspectiva y volver sintiéndose un poco menos como si estuviera constantemente ahogándose en Harry.

Había temido que una semana no fuera suficiente, con todo lo que tenía que hacer en Londres. Pero el descanso de siete días en realidad pasó arrastrándose, cada día parecía más largo que el anterior.

Para cuando está en el avión a Estados Unidos, es un desastre. Un desastre inquieto, impaciente, demasiado desesperado por ver a Harry. Resulta que después de una sequía de cinco años, lo peor literalmente en el mundo con lo que lidiar son siete días más.

Louis no sabe cómo se ha vuelto tan dependiente de nuevo, y una parte de él tiene miedo de estar de vuelta donde estaba la primera vez, gran parte de su felicidad gira en torno a un Harry Styles, pero también hay una parte de él que lo acepta bastante.

No puede imaginar un mundo en el que no ame a Harry.

Entonces, cuando finalmente aterriza en Nueva York, Louis siente que, si bien la semana no fue tan buena, todavía lo llena de propósito. Sabe lo que quiere y es lo más cerca que ha estado de aceptarlo.

Definitivamente es un poco irónico porque Estados Unidos nunca ha sido uno de los lugares favoritos de Louis. Lo ha visitado muy raramente durante los últimos cinco años, prefiriendo quedarse casi exclusivamente en Inglaterra. Por supuesto, eso también podría haber sido porque una vez que él y Harry ya no estaban juntos, no tenía una sola razón para ir a Los Ángeles.

Todavía había mantenido sus visitas al mínimo, solo volaba cuando había una situación que exigía absolutamente su presencia, y como eso casi nunca sucedió, han pasado años desde que estuvo en Estados Unidos.

Louis sabe que probablemente es injusto culpar a todo un país de personas por la horrible situación en la que él y Harry terminaron, no solo enclosetados, sino agresivamente, sofocantemente enclosetados. No era culpa de los estadounidenses que aparentemente tuvieran una mentalidad tan cerrada que lo habían obligado a tener una "relación" pública de tres años que era completamente opuesta a lo que era su relación real.

Objetivamente, sabe que solo habría sido cuestión de tiempo antes de que el cierre comenzara en serio, pero durante años, ha mantenido esta visión muy amarga y extremadamente cínica de los Estados Unidos.

Cuando él y los chicos suben al escenario en Nueva York para la primera canción, Louis queda completamente impresionado por la respuesta de la multitud.

El público en Europa y el Reino Unido fue excelente, pero durante tanto tiempo lo entrenaron para creer que los estadounidenses son los peores de todos que está asombrado por el nivel de apoyo. Por la cantidad de arco iris esparcidos por la multitud. No está preparado para el nivel de histeria que crea con solo mirar en dirección a Harry.

No solo lo aceptan a él y a Harry por lo que son, los aman como son y es una revelación.

Cuando el show finalmente termina, el pulso de Louis está latiendo fuerte, golpeando en su pecho, sonando en sus oídos. Siente que podría enfrentarse al mundo en este momento y nadie podría detenerlo.

No puede imaginar irse a la cama, o volver al hotel, o incluso simplemente deambular por el lugar. Están en Nueva York. Quiere ir a un club y bailar hasta que esté literalmente rebosante de euforia corriendo por sus venas.

Están en el camerino, recogiendo sus cosas, y Harry se acerca sigilosamente, y Louis quiere reír porque trata de verse tan fresco y casual, pero no puede ocultar el puro deseo que arde en sus ojos y está impreso en su cara.