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-Oi, Tsuna, mira lo que he encontrado.-dijo Reborn mientras yo curiosamente me acercaba a su lado para visualizar el objeto que él estaba señalando.

-¿Eso no es....?

-Sí, y gracias a esto se me ha ocurrido una buena idea. Puede que no logremos salir de aquí hasta que Xanxus nos abra, pero te aseguro que no saldremos de aquí sin darle a Xanxus una lección. JAJAJA, haremos que se arrepiente de todos los momentos de su vida en los que él o su estúpida banda te hayan molestado.-aseguró Reborn con una sonrisa siniestra, haciéndome temer por la clase de plan que estaba pasando en estos momentos por su cabeza.

-¿Y cuál es exactamente esa idea?-pregunté temeroso mientras veía como mi compañero arrastraba unos grandes sacos llenos de pequeños fragmentos de un material blanco, consiguiendo ubicarlo como el mismo material que previamente habíamos encontrado en nuestro viaje hacía aquí.

-Verás, ¿te acuerdas que antes habíamos especulado sobre lo que era esta cosa?-preguntó mientras que yo le mostraba mi confirmación con un leve asentimiento.-Pues, ya lo he averiguado, es óxido de calcio.

-Ajá...., y eso es...

-Por dios dame-Tsuna, ten un poco de conocimiento básico de química.-dijo mientras juguetonamente agarraba una de mis mejillas y la estiraba suavemente.-Simplificando, esto es cal y se consigue como resultado de la calcinación de las rocas calizas o dolomías.

-Vale, vale, puedo llegar a asimilar esa información, pero aun no entiendo qué tiene esto que ver con tu "plan maestro."

-Veras, dame-Tsuna, ¿sabes para que se usa la cal?

-¿Para la agricultura?

-Correcto-respondió mientras me daba una rápida caricia mis cabellos como muestra de felicitación.-pero no solo es famoso entre los agricultores, sino que también es de gran interés entre los homicidas con el fin de ocultar los cuerpos de sus víctimas, pues puede acelerar el proceso de descomposición de los cadáveres y también disimula el olor de descomposición y putrefacción.-respondió robóticamente como si se tratara de la pregunta de un examen, mientras se alejaba y poco a poco iba examinando el contenido de los otros sacos.

-Okey.....-conseguí responder al final de una considerable pausa, mientras repasaba esa información y consideraba mis opciones.-Primero, no sabes lo perturbador que es que sepas eso, y segundo..., Reborn más vale que no estés pensando en matar a Xanxus.

-Tranquilo, te mentiría si te dijera que esa opción no pasó por mi mente, pero tengo otro plan, uno mucho mejor. Vamos a fingir un homicidio.

Una vez más me encontré repasando en mi mente las palabras dichas por el mayor, y por mucho que intentara, estas superaban mi comprensión y generaban miles de preguntas en mi cabeza. ¿Acaso es posible fingir un asesinato con nuestros medios actuales? Pero más importante ¿Cuál es el objetivo y el fin de hacerlo? La totalidad de la situación en sí parecía un suceso irreal sacado de un manga, y la absurdidad de tal pensamiento no puedo evitar sacarme una risa, mientras recordaba que después de todo, confiaba en Reborn, esa era la verdad, y si él decía que tenía un plan para asustar a Xanxus y darle una lección, ¿Qué importa si involucra un falso asesinato de por medio?

-Okey, tengo que admitir que todavía me tienes muy confundido, pero confió en tí, así que dime como te puedo ayudar y lo haré-respondí con total confianza mientras conectaba nuestras miradas.

Y en ese momento, no importó que nos encontrásemos en la suciedad de una casa abandonada, inundada en una marea de oscuridad y polvo que nublaba nuestra visión, pues no tardé ni un segundo en encontrar los ojos contrarios. Al momento de pronunciar mis palabras, sentí como el otro soltó una pequeña risa nasal y casi podía imaginar la sonrisa que él tenía en los labios. Pero no tuve tiempo de pensar en nada más, porque al momento sentí como una mano conocida se posicionaba en mi cintura y suavemente me empujaba a la calidez del cuerpo ajeno. De igual forma, había otra mano acariciando mi rostro y que lo iba levantando hasta que mis ojos se encontraran a la misma altura que los contrarios. Reborn lentamente pego nuestras frentes y en ese momento, en donde solo nos separaban unos escasos centímetros, fui plenamente consciente de su presencia a mi lado. A lo mejor fue un efecto de la adrenalina del momento, que estaba creando un estado fantasioso, o la oscuridad misma, que gracias a ella, potenciaba mis otros sentidos. Pero de repente era consciente de todo, de su mano trazando suaves patrones en mi espalda en busca de meterse debajo de mi camisa, de los azabaches ojos contrarios, que inesperadamente brillaban aún más en la oscuridad y del rápido latir de nuestros corazones, el cual podía jurar que llegó un momento en el que iban a la misma velocidad y ritmo.

Ónix y Miel {R27} KhrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora