Fifty Shades: Slow and Steady

Capítulo 7

APOV

Sé que está encima de mí porque puedo sentir su mejilla en mi esternón y estoy sudando bajo el peso sólido de su cuerpo y por mucho que me gustaría estar aquí con su cuerpo contra el mío, necesito ir al baño. Abro un ojo lentamente y soy recibida por la parte superior de cobre de la cabeza de Christian. La pequeña cantidad de luz que entra por la cortina abierta es suficiente para iniciar el dolor sordo detrás de mis ojos, así que los cierro y trato de alejar la necesidad de orinar.

¿Cómo llegué aquí exactamente? Puedo recordar que me acostó anoche, aunque hay un poco de niebla, pero no recuerdo que se metiera conmigo. Hicimos nosotros...? Extiendo mi brazo derecho ya que él está acostado a mi izquierda y me siento aliviada de encontrar que todavía estoy usando su camisa y mis bragas. El pequeño movimiento hace que su cuerpo se mueva y el brazo que ha puesto sobre mi vientre se aprieta y me acerca más mientras su cabeza acaricia mi pecho.

Mmmm. Su camisa. Quitada de su cuerpo. Estaba celebrando en mi cabeza cada vez que él quitaba uno de esos botones, cada uno mostrando más de su piel hasta que se paró sin camisa frente a mí. Pectorales perfectamente simétricos, abdominales esculpidos y ese santo grial de todas las cosas masculinas, la V que conduce a su... pene. Me río por lo bajo, qué juvenil. Podría haberme llevado allí mismo, pero era un caballero, maldita sea. ¿Me ofrecí a él o solo estaba en mi cabeza? Dios mío, por favor deja que eso haya estado en mi cabeza.

Hago un rápido balance de mi cuerpo, me duele un poco la cabeza y tengo mucha sed, pero por lo demás, me siento bastante bien. Su brazo está sobre mi vientre y su pierna descansa sobre mis dos tobillos, pero la mente sobre la materia no funciona y realmente necesito usar el baño. También me gustaría ducharme antes de que él pueda verme así, así que me desenredo con cuidado de su cuerpo muy caliente y me levanto lentamente. Bien, también tengo un poco de náuseas. Él alcanza mi almohada y se acurruca alrededor de ella, pero se queda dormido y me tomo un momento para mirarlo. Se ve despreocupado y joven, no se parece en nada al CEO al que veo regularmente ahora. Resisto la tentación de apartar el pelo de su cara y camino de puntillas hacia el baño.

Ya son las 9 de la mañana, así que abro un poco las cortinas y cojo las otras dos Advil que me dejó junto con el vaso de agua que puso en la mesita de noche. Cuando entro al baño no puedo evitar mirar dos veces mi reflejo. Mi cabello es un desastre, mis ojos están hinchados y apagados y mi piel de un gris cetrino. Nunca volveré a beber.

"Asqueroso. Siempre tan elegante, Steele." Me desnudo y salto a la ducha. El chorro constante de agua caliente se siente bien y cuando me lavé los dientes y me peiné el cabello, me sentí muy bien a pesar de la forma como bebí anoche. No tengo más remedio que volver a ponerme su camisa y me estremezco cuando me doy cuenta de que voy a tener que hacer el paseo de la vergüenza con un vestido de cóctel a las 10 de la mañana de un domingo a través del vestíbulo de lujo del Fairmont. Eres un cliché.

No me sorprende en lo más mínimo que cuando salgo esté despierto y nos haya pedido cafés y pasteles. Está de pie en sus pantalones de esmoquin, sin camisa y descalzo en su teléfono, pero sonríe y lo deja cuando me ve. Le doy una sonrisa tímida y un pequeño saludo.

"Buenos días, ¿Cómo te sientes?"

Me sonrojo un poco, sé que se está refiriendo a mi resaca pero su atención ya lo ha solucionado.

"Me siento mejor de lo que debería, gracias a ti. Te devolveré tu camisa, solo déjame ponerme el vestido". Me dirijo al armario, pero él se ríe y me dice que me la siga usando, se está duchando y Taylor viene con un atuendo para mí porque nos reuniremos con su hermano y Kate para el brunch. Ella se volverá loca cuando me tenga a solas. Voy a necesitar más Advil.