Solo Un Cero En El Mundo

Una sonrisa

Ni la historia ni los personajes de Boku no Hero Academia me pertenecen a mi, sino a su respectivo creador

Izuku había pensado en matar a alguien en más de una ocasión, muchas veces con motivos muy claros y razonables en relación que sus objetivos, pero nunca los había tenido tanto como con la niña que tiene en frente

Eri, una niña de 6 años, cabello blanco, ojos rojos, algo pálida, apenas y pasando el metro de altura, esta niña fue el motivo de la operación en el ataque a la guarida de Overhaul, que terminó consiguiendo todo lo propuesto, aunque a costa de la muerte de Nighteye, la perdida aparentemente permanente de quirk de Mirio y alguna que otra personas heridas en distintos niveles

Esta misión había sido hace casi dos semanas y hoy se dio que Melissa le invitó a conocer a la niña, en la sala estaban algunas compañeras de su clase, Kirishima, los 3 grandes, Nezu y Aizawa, pero apenas escuchó que su quirk era el poder de rebobinar sin un límite establecido fue que en una milésima de segundos se le atravesó la idea de apartarla rápidamente de todos y romperle el cuello al segundo

Era un quirk que parecía muy peligroso sino se sabía usar, pero una vez lo supiera usar, estando en el bando de los héroes, se convertiría en una diosa para ellos, al menos en importancia, podrían sufrir cualquier tipo de heridas sin sentir las consecuencias en su vida salvo en ese momento, incluso si es tan potente como se cree, podría llegar a restaurar el cuerpo de un muerto, aunque no se sabe si su conciencia

Todos estos pensamientos atravesaban constantemente su cabeza, no sabía si su mirada era delatora, así que opto por estar tras Aizawa

Pero todas sus ideas de asesinato se iban cayendo conforme escuchaba de su historia

Eri:
Pero mis cicatrices son... - no alcanzó ni a terminar de vocalizar la frase

Entonces ella empezó a llorar y todos intentaban consolarla de cierto modo, pero al ver que eran incapaces Izuku decidió hacerlo, como también decidió que por mucho que en un futuro fuera el dolor de cabeza más grande del mundo, no la mataría, era un ser que había sufrido tanto en tan poco que seria una crueldad que excede a su pensamiento

Izuku:
No te sientas avergonzada de tus cicatrices - dijo haciendo que todos le prestaran atención - tampoco te sientas triste por el dolor que significo tenerlas - avanza y se sienta frente a la niña - mírame a mi - arremango una las mangas de su polera

Entonces se apreció solo un brazo donde desde la mano hasta el hombro habían demasiadas cicatrices desde cortes o quemaduras hasta marcas de que algo atravesó

Izuku:
O mira aquí también - dijo mientras tiraba el cuello de su ropa hasta abajo

La niña, que había dejado de llorar, centro su atención en las cicatrices del peliverde, tocando algunas y fijándose en muchas otras

Izuku:
Toda cicatriz cuenta una historia de tu vida, unas tristes, otras dolorosas y puede que hasta alguna feliz, entonces que no te den pena las tuyas - dijo mientras se alejaba de ella y se arreglaba la ropa

La niña sólo asintió más animada y secándose las lágrimas que le quedaban, mientras que los demás estaban bastante sorprendidos de él accionar de Izuku y lo bien que había funcionado

Nezu:
Nunca pensé que tuvieras una buena química con los niños pequeños - dijo con gracia

Izuku:
Y no la tengo, normalmente me vería tentado en golpearlos al mínimo indicio de reclamo - dijo sacándole una gota de sudor a todos ahí - además, la mejor manera de enseñarle algo a alguien es haciéndolo tu, en este caso creo tener muchas más cicatrices que ella