Lo Noto
Llegabas a casa a media madrugada y decías venir cansado, yo entonces me levantaba y me iba a llorar allá dentro de mi silencio y al despertar tu desayuno ya estaba listo junto a mi sonrisa y a mi tonta esperanza de un nuevo comienzo... Cada mañana me fui infiel, y todo por esperar que cumplieras tu promesa, mi anillo...