El ángel más hermoso se enamoró del demonio más temible; la ira cayó sobre ellos, fueron confinados en la tierra, en el mundo de los mortales, adaptaron sus vidas como si fueran parte de ese mundo, donde las personas caminaban bajo un sol inerte en el cielo y un brillo de esperanza en sus ojos; esas personas no sabían dónde vivían, no sabían que se encontraban en medio de una gran batalla entre dos mundos celestiales y solo una persona era capaz de salvarlos, pero claro, nunca se enterarían de esto, pues, solo eran, son y serán simples mortales.