Ella solo tenía 15 años, a esa edad le costaba pensar en enfrentarse a dos de las cosas que más la asustaban: Enamorarse de quien no debía y perder a su mejor amigo. Una historia dulce llena de detalles tiernos, que se adereza con la negación constante de una chica a ver lo innegable, por miedo a vivir de nuevo una mala experiencia.