La aldea en la que vive Yuya tiene un ideal muy claro y que durante generaciones se ha mantenido, cazar criaturas que con el tiempo llamaron Demonios. Todos tienen que vivir para ello, tanto hombre como mujer sin falta alguna, tiene que ser útil de alguna de las tres formas tradicionales, o se es un arquero, o un espadachín o un curador con hierbas. Yuya es un arquero, uno bueno de hecho, y para pasar a ser uno más en la aldea deberá pasar por una iniciación. Una misión en la que junto a otros tres compañeros deberán matar a la mayor amenaza natural que hay, un demonio mayor. Pero al encontrarse con el grupo, Yuya se da cuenta que, de una u otra forma, tendrá que convivir con una de las personas a las que más aprecio le tiene. Yuto.