Anthony Levianccy solo puede ser describido como un hombre cruel e indiferente que jamás se ha preocupado por una persona desde la muerte de su prometido, Gabriel Piccignoni. Un día tan normal como cualquier otro, recibe información sobre su amado a quién creyó muerto durante un año. Gabriel está vivo. Pero Gabriel ni recuerda nada más que su propio nombre, y Anthony no sabe qué hacer con esa situación. Su amado es un papel en blanco. Mientras van reuniéndose y la memorias surgen poco a poco, Anthony se pregunta si Gabriel es tan ingenuo como parece demostrar.