Nunca odie un objeto común, uno el cual no poseía vida alguna, enserio, nunca oide una estupidez, pero con el pasar de los días, mi odio hacia ese cristal transparente fue creciendo, sólo podía ver a través de el lo que me iluminaba mis días oscuros. Ahora sólo puedo decir que... Nunca odie tanto a una persona como lo hice con aquel vidrio que nos separaba. //Historia Corta// ********* *Hay personajes que no me pertenecen(Créditos a Harukawa 35), sólo alguna que otra excepción. *Idea completamente mía. No permito copias ni adaptaciones sin mi consentimiento.