Encuentro

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15 AÑOS.

Lucharé
Lucharé por ti
Siempre lo hago hasta
Que mi corazón este negro y azul

- Dazai- hablo el mayor, ahora jefe de la Port Mafia. Miro al menor, quien lo vio con desinterés, típico del pequeño, al igual que sus intentos de suicidio- necesito ver a alguien, por lo que si quieres sigueme- hablo simple.

Dicho aquello, el hombre sin importarle cual fuera la respuesta del pequeño castaño, emprendió camino a una de las zonas más prohibidas de la Mafia Portuaria, sólo personal de muy alto rango, como los ejecutivos podían pasar á aquella zona.

Se dio cuenta que el joven de quince años lo seguía, por los pequeños sonidos perezosos de sus pasos provenientes de atrás suyo, miro la puerta de entrada a la zona "C" de aquel edificio. Muy pocos sabían que es lo que se encontraba o hacían allí. El adolescente un tanto intrigado por saber que había se adelantó hasta estar casi al lado del mayor.

Llegaron a la puerta, donde allí uno de los guardias iba a pedirle una identificación al castaño, por lo que Morí se adelantó y le dijo que no le pidiera nada, que iba con él. Se adentraron a dicha zona, en donde el castaño miro todo a su alrededor, ya no era todo sombrío como el resto del edificio de la Mafia.

Todo estaba iluminado, las paredes eran blancas y cada tanto alguna con un tono celeste muy suave, parecía un hospital, y saco aquellas dudas al ver como una mujer vestida de enfermera pasaba con un carrito, lleno de utensilios médicos.

- ¿Qué es este lugar?- pregunto el castaño mientras seguía mirando a su rededor intrigado.

- Aquí es donde prácticamente estudiamos las habilidades de algunos, la de Yumeno por ejemplo- mencionó, luego señaló una puerta en la cual se podía ver en esta una "Q"- esa es su habitación- mencionó.

El joven creyó que irían allí, pero se sorprendió al ver como el mayor seguía de largo, tenía muchas preguntas, pero no sabía si Ougai Morí le daría respuestas.

- Entonces, si sólo estudian habilidades, ¿por qué es una zona restringida para casi todos?- pregunto aún siguiendo al mayor, el cual sonrió de lado ante la pregunta del menor.

- Las personas que se encuentran aquí son muy peligrosas Dazai- mencionó- por lo que no podemos dejar que cualquiera entre- pasaron por un pasillo para luego detenerse en una puerta.

Al adentrarse en aquella habitación, el castaño noto que prácticamente estaba toda la habitación vacía, iluminado de mucha luz artificial blanca, sólo había un sillón individual la cual daba a una zona un tanto alejada.

Desde donde estaban, se podía notar una camilla de hospital, armario con medicamentos, una pequeña cocina, mueble con alimentos y una niña. Mientras se acercaban, pudo notar que aquella habitación estaba separada en dos...por un inmenso vidrio el cual los separaba de la joven.

- Oh, Tn-chan- llamo el mayor, haciendo que la niña se volteara y mirara al mayor con una sonrisa- ¿cómo has estado?- pregunto alegre, ya ambos se encontraban cerca de ella, sólo que los separaba aquel cristal.

La joven podía escucharlos mediante unos parlantes que había de ambos lados del cristal, al igual que micrófonos en diferentes sitios. El castaño la miro de arriba a abajo, parecía de su edad, quizás uno o dos años menor.

- Hola Mori-san- hablo alegre- y yo estoy bien- contestó contenta mientras tenia una sonrisa, luego miro con algo de curiosidad al joven de su misma edad el cual estaba al lado del pelinegro- Mori-san, ¿quien es?- dijo dudosa.

- Oh, casi me olvidaba- dijo contento- el es Dazai Osamu- presentó al castaño, quien miraba con indiferencia a la joven del otro lado del cristal- Dazai, ella es Tn Ta-precento.

- Un gusto Dazai-san - saludo alegremente, la sonrisa en el rostro de la chica lo hizo relajarse un poco, y le dedico una pequeña sonrisa casi imperceptible, pero esto lo noto el de cabello negro, quien sonrió sincero ante aquello.

-Muy bien, Dazai necesito que estés unas hora con ella- dijo el mayor al chico, quien se dio media vuelta para mirarlo- tengo que hacer unas cosas importantes y luego vendré por ti para tu primera misión-Dicho aquello el mayor salió de allí, sonrió para si tristemente alejándose de aquel lugar a paso lento. Mientras tanto el castaño miro a la chica del otro lado del cristal quien le sonreía genuinamente.

...

El castaño se sentó totalmente desinteresado en el sillón con vista hacia donde estaba la joven, quien seguía sonriendo. Una duda le vino a su mente, ella no parecía peligrosa, ¿Por qué estaba allí?

- Por la forma en la que me miras, intuo que quieres preguntarme algo- mencionó la joven de ojos (c/o) haciendo que él castaño se impresionara, ella había logrado leer su expresión- adelante- insistió- pregunta lo que quieras.

- ¿Por qué estas aquí?¿ y por que el cristal te separa de los demás?- pregunto, tenía intriga pero su mirada mostraba desinterés y vacío.

- Es por mi habilidad- explicó, pero al ver como el rostro del chico hacia una mueca para indicarle que quería más explicaciones- todo lo que tocó, que tenga vida...muere- dijo tranquila- mi habilidad se llama "Almas".

- Yo puedi anularla, en eso consiste mi habilidad, por lo que no podrías matarme- sonrió triunfante- con un sólo toque tu habilidad se anularia- explicó arrogante. Pero su sonrisa se fue al ver como la niña le sonreía.

- No, no podrías- explicó- ya antes vino un hombre con tu mismo poder de anulación- dijo tranquila- su misión era anular mi habilidad, pero ni bien me tocó cayó sin vida al suelo- miro al joven y sonrió triunfante y le sacó la lengua como una niña pequeña, aún ambos teniendo 14/15 años- así que no podrías y moririas.

El castaño al escucharla decir aquello se sorprendió sin demostrarlo, luego sonrió de lado y se levantó para posteriormente sacar un arma y apuntar hacia donde estaba la chica.

- Pero puedo dispararte y así morirías- sonrió, la joven le devolvió la sonrisa retadoramente y se cruzó de brazos, todo sin ambos separar sus ojos el uno del otro, sintiendo una extraña atracción hacia el otro.

- Primero tendrías que traspasar el vidrio a prueba de balas de diez centímetros que nos separa- reto. Ambos se miraban sonrientes, de alguna forma ambos se complementaban de forma extraña.

El castaño bajo el arma y miro su celular, al cual le había llegado un mensaje de Morí, hablando que lo necesitaba para una misión, el menor suspiro y guardo el aparato. Dirigió su mirada a la chica quien lo miraba curiosa.

- Tengo que irme- hablo tranquilo dirigiéndose hacia la única puerta en la habitación para poder salir de allí, pero paro de golpe al escucharla a ella hablar, algo que nunca nadie le había preguntado.

-¿Volverás?- pregunto la de cabello (c/p) mientras apoyaba una de sus manos en el cristal blindado. El chico miro a la joven notando como aún que este del otro lado del cristal sus ojos brillaban con una pizca de esperanza, con que él volviera a visitarla.

- Claro que volveré- hablo con una sonrisa mirandola- aún tengo que descubrir como romper el cristal para matarte- dijo arrogante, la joven le devolvió la sonrisa.

- Entonces suerte con eso, y....nos vemos- saludo alegre. El castaño asintió e hizo un ademán con su mano para luego salir de aquella sala, dirigiéndose hacia donde Morí le había encargado por mensaje.

Y me quedaré
Me quedaré contigo
Llegaremos al otro lado
Como hacen lo amantes

⏳Sessuru⏳ - Dazai Osamu✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora