Final

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Presente.

Incluso cuando nadie más crea
No me iré abajo tan fácilmente
Así que no te rindas en mi

El hombre de traje con veinticuatro años de edad, se encontraba leyendo su libro favorito de suicidio mientras pensaba en algunos aconteciemtos de su pasado.

Ahora por suerte se había podido tomar un respiro, ser el jefe de la Port Mafia no era sencillo, pero aún así, gracias a que el asumió el lugar de jefe, está organización prácticamente era la más peligrosa del mundo, inclusive la mafia rusa se encontraba muy por debajo.

Suspiro y se levantó del sillón acercándose hacia el enorme ventanal que le daba vista a la hermosa ciudad de Yokohama, ya era entrado el atardecer y los colores naranjas y amarillos del cielo se hicieron vista.

Salió de sus pensamientos al sentir como algo pequeño se aferraba a sus piernas, bajo la mirada pudiendo ver como dos cabelleras castañas se asomaban.

-Hola pequeños- pregunto el mayor.

-¡Hola papá!- gritaron ambos gemelos alegres, el castaño se arrodilló a la altura de los niños los cuales no tardaron en abalanzarse a su padre en un abrazo.

- Oigan no me dejen afuera de su abrazo- se quejó una joven de también veinticuatro acercándose a ellos- yo también quiero un abrazo- hizo un puchero. El castaño sonrió ante la acción de la fémina.

- ¡Mamá!-gritaron los pequeños y también la abrazaron, el castaño con pasos lentos se acercó a las tres personas allí y se agachó un poco para besar los labios de su esposa.

- Hola- Saludo.

- Hola- contestó la mujer con una sonrisa- por cierto, estabas muy pensativo, ¿que pasó?- pregunto una vez que los pequeños se fueron a su cuarto a jugar, ella se acercó al hombre y le acomo un poco la corbata.

-Solo un recuerdo pasado- contestó el castaño.

- ¿Se puede saber de que?- pregunto la chica mirando a su esposo, el cual la tomó de la cintura y la acercó a él.

- No.

Flashback

Rápidamente el castaño atravesó las puertas y se adentro a la habitación, pudiendo ver allí como la c/p estaba siendo rodeada por dos enfermeras, una de ellas tenía un pequeño gato el cual la chica acariciaba con lágrimas en los ojos.

Ambas mujeres al ver al Ejecutivo salieron de allí junto al pequeño animal, dejando a ambos enamorados en la habitación, con pasos temblorosos el castaño se acercó con miedo, no quería que aquello sea un sueño.

Estando lo máximo que siempre estuvieron de distancia por culpa del cristal, el castaño se permitió el estirar su mano lentamente hasta tocar la de ella.

Su tanto fue delicado, pero lo suficiente como para que el corazón de ambos se paralizará al igual que sus respiraciones y que las lágrimas sin control dejasen de salir de sus ojos, entrelazo sus dedos con los de ella y la abrazo, ella correspondió.

-Dazai en verdad.. .- no la dejó terminar de hablar ya que se separó de inmediato y estampó sus labios con los suyos.

- No te rendiste- dijo el castaño.

- No...no lo hice...

El tacto que ellos siempre anelaron al final si pudo cumplirse, aún después de pensar que era algo imposible.

Tal vez no siempre todo es color de rosa, pero aún así, si queremos lograr algo hay que dar nuestro mayor esfuerzo, aunque nos digan que es imposible no hay que rendirse.

El tacto todos los seres vivos lo necesitamos, de eso no hay duda.

Lucharé
Lucharé por ti
Siempre lo hago hasta
Que mi corazón este negro y azul

⏳Sessuru⏳ - Dazai Osamu✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora