Tacto

1.9K 234 140
                                    


Incluso cuando estoy hasta mi último aliento
Incluso cuando dicen que no queda nada
Así que no te rindas

Ya se habían declarado su amor por el otro, ya no faltaba nada sólo, tal vez, ese tacto aunque sea de sus manos o un pequeño roce para sentir la calidez del otro.

El castaño la miro notando como su ahora novia se encontraba durmiendo, tocó el cristal unos minutos e hizo una mueca.

- Quien diría que odiaria más un pedazo de vidrio que a una persona- mencionó con tristeza- tu... eres una princesa atrapada en una torre Tn, la cual está esperando a que un príncipe la vaya a rescatar...

Acaricio levemente el cristal y sonrió.

- Eres mi princesa atrapada- susurro para si- sólo espera un poco más que iré a rescatarte, sólo no pierdas las esperanzas Tn...aún que no haya solución y tu destino ya está marcado, no puedes rendirte, yo no me estoy rindiendo pequeña.

Apoyo su cabeza en el cristal y cerró los ojos  levemente, dejándose llevar por el sueño, aunque a la mañana siguiente se despertará con un dolor de espalda y cuello, no quería dejarla sola. No, ya no la dejaría sola.

Los rayos del sol golpearon su cara a la mañana siguiente y el sin esperar y con una sonrisa miro a su costado pero se esfumó al no ver a la fémina.

Se levantó de golpe y miro toda la habitación del otro lado del cristal, y no hago rastros de vida de aquel lado, miro con desesperación para todos lados cuando se abrió la puerta dejando a la vista una de las enfermeras.

-¿Dónde está Tn?- pregunto sin dudar y se acercó a la mujer mayor.

-Cuendo entramos hace unos minutos, ella estaba muy mal, ahora está en tratamiento crítico- hablo la mujer tratando de calmar al castaño.

-Tengo que verla- hablo rápido- necesito saber que está bien yo...

-Señor Dazai- llamo con calma la mujer interrumpiendolo, el mayor con algo de preocupación la miro, la mujer tomó al más joven le los cachetes y lo acercó- gracias a las investigaciones que usted hizo, puede que está operación sea un éxito y logremos quitarle a ella su habilidad sin matarla- hablo tranquila.

Comenzó a secar las lágrimas del joven castaño u le sonrió, le habían dicho a ella muchas cosas sobre él, pero aún así nunca creyó verlo así de vulnerable, parecía un niño perdido que sólo podía llorar sin saber que hacer.

Sin importarle de quien se trataba el joven de dieciocho años adelante suyo, lo tomo de los hombros y lo abrazo fuertemente tratando ella de no llorar también.

-Shhh- trato de calmarlo- no todo está perdido aún- dijo eso último para luego soltarlo- ven, te llevaré hacia donde la tienen- dijo tranquila.

El mayor un poco más calmado la siguió, al salir de la sala pudo ver que todas las personas que tendrían que trabajar allí no estaban, al parecer era sólo ellos, caminaron por unos minutos hasta llegar a una puerta doble blanca.

- En este momento ella está dos puertas detrás de esta- hablo la mujer- se que quieres ir a verla, pero no será posible ya que no puedes interrumpir la operación- explicó tranquila.

Luego de explicarle algunos detalles la mujer se fue dejándolo sólo en el pasillo esperando. Ahora estaba sentado luego de una hora en una silla, sin noticia alguna de ella.

Levantó su vista al ver unos zapato al frente suyo, pudiendo ver a Oda quien estaba un tanto lastimado, se suponía que ese día terminarían con Mimic, pero hubo un cambio de planes y sólo fue él.

-¿Cómo está?- pregunto el hombre mientras se sentaba a su lado.

- No se nada de ella desde hace una hora- hablo el castaño- y-yo...no puedo perderla, Oda... yo...- el mayor sólo abrazo al castaño por los hombros y lo abrazo.

- No importa lo que pase Dazai- dijo tranquilo- viva o en el peor de los casos no resista, ella agradecerá tu esfuerzo por el poder salvarla, te amara sin importarlo, y estoy seguro que no le gustaría verte de esta forma.

- Pero...

- Nada de peros idiota- una tercera voz se escuchó, los dos sentados vieron al pelirrojo con sombrero apoyado en un rincón- él tiene razón, a ella no le gustaría verte de esa forma, seguramente en lugar de eso te pediría que vivieras la vida que ella no pudo tener, te pediría que te enamores de alguien más y tengas una familia.

- ¿Y tu como estas tan seguro de eso?- pregunto el castaño bajando la cabeza, además de que no creía el poder volver a amar luego de sentir como se siente un corazón angustiado y casi roto.

- Ella me lo dijo- contestó- cuando empeoró su salud me llamo y me entrego algo, lo cual me encargo darte si moría- explicó- ella te ama Dazai, de la misma forma en la que Akutagawa ama a Atsushi y estoy seguro de que está haciendo su mayor esfuerzo para no rendirse, aún cuando todos digan que es prácticamente imposible...

El castaño suspiro y asintió, aún y recordó cuando su subordinado le dijo que estaba en pareja con el subordinado de Chuuya Atsushi Nakajima, no le dijo nada ya que no podría culparlo. Él también estaba enamorado.

-¿Cómo fue la misión Oda?- cambio de tema el castaño para tratar de despejar su mente.

- Fue un éxito- contestó- Mimic ya no existe y los niños están bien- agregó, siguieron hablando de unos detalles que habían descubierto de Ango y como terminó todo.

Cuando fueron interrumpidos por una voz, haciendo que todos se concentrarán en la persona vestida de bata que se diría a ellos.

No me estoy rindiendo
No me estoy rindiendo
Rindiendo
No, yo no


⏳Sessuru⏳ - Dazai Osamu✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora