-. Es muy tranquilo y silencioso. Tenías razón, nadie viene aquí. -Es como mi escondite del mundo y de los demás ¿Tú no tienes uno?- preguntó curioso. Ella no entendió. -¿Vienes aquí todo el tiempo? -Siempre que quiero alejarme de todos- él respondió sereno-. Como te lo dije, es mi escondite. Entonces ella entendió lo que quería decirle. Entendió también, que ella no era la única en el mundo que tenía problemas en su vida.