En la luz de sus ojos viven las estrellas y la música. En su rostro vive aun la magnificencia de Erú Ilúvatar que los complementó. En él vive la piedad y no la maldad, mantiene potestad en los vientos, que en algunas ocasiones le traen noticias de los hijos de Ilúvatar. Ambos, son un complemento del verdadero amor, un amor puro y hermoso como ninguno. De la unión de las estrellas y la dulce brisa. En ellos vive la luz que Erú concibió. 》Los personajes no me pertenecen, son del profesor J. R. R. Tolkien.