El plan era sencillo: escabullir a su Pastor Alemán en la repostería y comprar un pastel de cumpleaños para Liam Payne. Sin embargo, Louis nunca vio venir al fenómeno que era Harry Styles-alto, guapo, y aparentemente un fanático de los animales. El amor simplemente fue la cereza del pastel. Literalmente. O, el fic caótico de verano que siempre quise escribir (y fallé al intento).